TELÓMEROS

Los telómeros son los extremos de los cromosomas, los cuales desempeñan un papel fundamental en la protección de su integridad. Son como las fundas de plástico del extremo de los cordones de los zapatos, que impiden que estos se deshilachen.

Los telómeros están formados por repeticiones en tándem de una secuencia de ADN,  conservada a lo largo de la evolución, y proteínas asociadas. La función de los telómeros es proteger los extremos de los cromosomas de las actividades de reparación y degradación de ADN, asegurando, por tanto, la correcta funcionalidad y viabilidad de las células.

La longitud de los telómeros a una determinada edad es uno de los mejores marcadores moleculares del grado de envejecimiento del organismo, y por tanto puede ser utilizada para estimar la edad biológica del mismo. La longitud de las repeticiones teloméricas se erosiona progresivamente con el aumento de la edad del organismo, como consecuencia de la multiplicación celular necesaria para regenerar los tejidos.

La genética y el estilo de vida son factores fundamentales que afectan a la longitud de los telómeros y la velocidad a la que éstos se acortan. Ciertos estilos de vida se han relacionado de manera significativa con telómeros más largos o más cortos. Por ejemplo, hábitos como el tabaquismo, la obesidad o el estrés psicológico aumentan el estrés oxidativo y la inflamación, los cuales contribuyen a mayores índices de acortamiento de los telómeros a lo largo de la vida. Actualmente, se están desarrollando tratamientos basados en la activación de la telomerasa para rejuvenecer lo telómeros.