Aloe Vera

El áloe es un género de la subfamilia Asfodeloides de las Liliáceas, que comprende más de 240 especies. Es originaria de África Oriental y Meridional, y crece en lugares soleados, normalmente rocosos o pedregosos. En las provincias del litoral de nuestra Península, crecen sin cultivo diversas especies de este género. Las especies más valoradas son Aloe bardanensis, Aloe arborescens y Aloe ferox.
El Aloe bardanensis Miller es el conocido como Aloe vera. La planta alcanza entre 2 y 3 metros de altura. Las especies de este género, son casi siempre leñosas, pero con las hojas muy grandes y carnosas, dispuestas en grandes rosetones y con una espina en su extremo, cubierta de espinas marginales más pequeñas. Echan uno o varios tallos rematados en ramilletes florales. Las flores son abundantes y tubulosas, de colores rojizos, anaranjados o amarillentos. En el caso del Aloe vera las flores suelen ser de color amarillo claro o blancas y es fácilmente reconocible al ser una planta individual, sin tallos.
Tienen seis estambres con largos filamentos, que arrancan del fondo de la flor, debajo del pistilo. El fruto es una cápsula de paredes inconsistentes.
Las hojas, cuya salvia se utiliza, son muy carnosas, miden unos 50 cm de largo 10 a 20 cm de ancho y 5 cm de grueso.
Hay dos productos diferentes que se preparan a partir del Aloe Vera: la goma y el gel.
• El gel de Aloe, corresponde a un gel mucilaginoso obtenido del tejido parénquima-tico del centro
de la hoja. Es viscoso, incoloro y transparente, más bien insípido y sin olor.
• La goma de Aloe, es el jugo solidificado proveniente de las células del envés del periciclo de la hoja.
Si se hace un corte a las hojas, exudan un líquido acuoso, de sabor muy amargo, y olor punzante, acumulado en células secretoras que rodean la región cribosa, junto a la corteza. Como la pared celular que las separa es muy delgada, el jugo, conocido como acíbar, fluye con facilidad, luego se condensa con calor y se deja solidificar, adquiere un color café amarillento u oscuro. La composición química del Aloe es tremendamente compleja, ya que está formada por al menos 200 compuestos activos diferentes. El gel está formado principalmente por agua y polisacáridos. También contiene aminoácidos, 
lípidos, esteroles, taninos y enzimas. La composición del acíbar varía según el áloe del
que proceda, la época de recolección y el modo de elaborarlo. Contiene del 6 al 10% de agua y los de mayor calidad dejan un 2% de cenizas. Lo que más varía de unos a otros es la cantidad de resina, que oscila entre el 40% y el 80%. Esta resina, es un éster del ácido paracumárico y un alcohol resínico, el aloerresinotanol, que tiene propiedades bactericidas. Además, el acíbar contiene hasta el 20% de aloínas, antranoides como la Barbaloina y la Isobarbaloina, que por hidrólisis, dan la Emodina, que es el principio activo del acíbar. Estos activos tienen una alta actividad laxante.
También contiene Aloemicina, de gran poder anti-inflamatorio y analgésico y Aloeuricina, cuya actividad es activar y fortificar las células epiteliales. Posee un alto contenido en aminoácidos, como la valina, metionina, fenilalanina, lisina y leucina, además de
lignina, glucomanano y otros glúcidos como la pentosa, galactosa y los ácidos urónicos que proporcionan una profunda limpieza a la piel pues penetran en todas sus capas.
Entre otros de sus componentes se encuentran los minerales, como yodo, cobre, hierro, zinc, fósforo, sodio, potasio, manganeso, azufre, magnesio y una gran cantidad de calcio.
Destacan sus fuertes proporciones de Germanio, que le confieren sus propiedades depurativas del organismo y es una de las pocas especies que contiene vitaminas del grupo B, además de la vitamina A y la Vitamina C.