Abordaje dietético de la obesidad

La principal característica buscada en una dieta para conseguir una pérdida de peso es reducir el aporte calórico por debajo de las necesidades energéticas de la persona obesa, y de esta forma, inducir un déficit que conduzca al consumo de las propias reservas grasas del paciente.

Tanto el consenso español SEEDO como otros consensos internacionales como los de la guía de la North American Association for the Study of Obesity (NAASO) o la del National Heart Lung and Blood Institute (NHLBI), coinciden en señalar que la dieta hipocalórica debería representar un déficit de unas 500 a 1.000 kcal al día respecto a la ingesta habitual del paciente. Esta cifra surge del hecho de que un kilogramo de tejido adiposo, que es lo que se pretende eliminar, contiene aproximadamente 800g de grasa, y el resto sería tejido conectivo. Estos 800g de grasa suponen 7.200 kcal (9 kcal por cada gramo de grasa). Por tanto, para perder un kilo de tejido adiposo será necesario conseguir un balance energético negativo de 7.200 calorías que obligase al organismo a suplir ese déficit calórico consumiendo sus propias reservas grasas. Es decir, si pretendemos perder 1 kg/sem, debemos reducir la ingesta 7.200 kcal/sem o unas 1.000 kcal/día.

Esto en la práctica, supone un aporte calórico de unas 1.000 a 1.200 kcal para las mujeres y entre 1.200 y 1.600 para varones; en ningún caso inferior a 800 calorías/día.

En lo que se refiere a la distribución de nutrientes o a la composición de la dieta, no existe en el momento actual una opinión unánime. Esto se debe a la falta de suficientes ensayos que permitan establecer claramente las ventajas de un tipo de dieta frente a otra. En no pocas ocasiones los resultados de los diferentes trabajos son dispares y difícilmente comparables. El manejo tradicional y el habitualmente recomendado en la mayoría de las guías ha sido el de una dieta hipocalórica equilibrada. Sin embargo, cada vez surgen más datos que obligan a reconsiderar otros enfoques dietéticos. Dentro de estos enfoques podemos citar los siguientes;

  • Dietas hipocalóricas equilibradas
  • Dietas muy bajas en calorías
  • Dietas bajas o muy bajas en grasa
  • Dietas hiperproteicas
  • Dietas con reducción de hidratos de carbono
    • Dietas bajas o muy bajas en HC
    • Dietas de bajo índice glucémico

Entre los requisitos más importantes que debe cumplir una dieta son:

-Disminuir la masa grasa y conservar la masa magra

-Poderse mantener durante varios meses

-Eficacia a largo plazo

-Impedir la reganancia de peso

-Conseguir la reeducación nutricional del obeso

-Mejorar el perfil de riesgo cardiovascular

-Actuar sobre otras comorbilidades de la obesidad

-Influir positivamente sobre aspectos psicosomáticos

-Aumentar la capacidad funcional

-Mejorar la calidad de vida

Por otra parte, los riesgos más significativos de una dieta inadecuada son:

-Ocasionar desnutrición o déficit de micronutriente

-Incrementar el riesgo cardiovascular

-Favorecer el desarrollo de TCA

-Transmitir conceptos nutricionales erróneos

-Empeorar el estado psicológico