RADICALES LIBRES

 RL Y LA PIEL

 La piel suele ser el primer órgano que muestra el paso de los años y tiene en los RL a uno de sus peores enemigos ya que contribuyen al proceso de envejecimiento. Los RL no sólo modifican las membranas de sus células, evitando así que éstas se nutran correctamente, sino que además destruyen las fibras de colágeno y elásticas que le proporcionan elasticidad y firmeza. Como consecuencia la piel envejece prematuramente, pierde su flexibilidad y tono, se vuelve más seca, apareciendo arrugas y agrietándose más fácilmente.

RADICALES LIBRES Y EL SISTEMA CARDIOVASCULAR.

El sistema cardiovascular y, principalmente, el endotelio vascular se ve afectado por los RL los cuales atacan a las grasas sanguíneas (peroxidación lipídica) favoreciendo la aparición de arterioesclerosis por endurecimiento de las paredes arteriales, con lo que aumenta el riesgo de enfermedades del corazón. La aterosclerosis es una enfermedad crónica en la cual una placa o ateroma se desarrolla en la pared vascular, estrechando el interior del vaso sanguíneo. El endotelio es el órgano responsable de la homeostasis vascular y mantiene un equilibrio constante entre los procesos de trombosis-fibrinolisis y vasodilatación-constricción. Los factores de riesgo cardiovascular pueden causar la disfunción endotelial  contribuyendo tanto en la patogénesis como en la progresión de la aterosclerosis, y constituyen el primer signo clínicamente demostrable del proceso aterosclerótico. El colesterol de las placas ateroscleróticas proviene de partículas llamadas lipoproteínas de baja densidad (LDL).

 Estudios realizados por científicos italianos, en pacientes con aterosclerosis que recibieron una suplementación con antioxidantes (tocoferol), dio como resultado la desaparición completa de la acumulación de grasas y del colesterol en las arterias (Pl. vitamina E puede combatir el colesterol).