04 Feb Características químico-físicas y terapéutica de las aguas mineromedicinales
Aguas cloruradas
Constituyen un grupo importante de aguas mineromedicinales y se consideran como tales, las que poseen un RS o TSS superior a 1 g/l y el anión predominante, el Cl–, es el único que posee una concentración superior al 20 % meq/l. Atendiendo a la clasificación hidroquímica de Kurlov se pueden subdividir en los siguientes tipos:
2. clorurada cálcica.
3. clorurada magnésica.
4. clorurada mixta.
5. clorurada bicarbonatada sódica
6. clorurada bicarbonatada cálcica
7. clorurada bicarbonatada magnésica
8. clorurada bicarbonatada mixta
9. clorurada sulfatada sódica
10. clorurada sulfatada cálcica
11. clorurada sulfatada magnésica
12. clorurada sulfatada mixta.
Nota: también se denominan mixtas cuando dos cationes poseen más de >20 % meq/l.
Las más comunes e importantes desde el punto de vista terapéutico son las cloruradas sódicas, cuya concentración debe ser de una magnitud proporcional (igual o superior) a
393 mg/l Cl– (20 %meq/l) y 607 mg/l de Na+, ya que los meq de Cl– y Na+ son 23 y 35.5 respectivamente.
Desde el punto de vista cuantitativo, según Dolore (en: Armijo-Valenzuela, 1994), estas aguas se subdividen en:
Fuertes: contienen más de 50 g/l de RSC o TSS.
Medias: contienen entre 10 y 50 g/l de RSC o TSS.
Débiles: contienen menos de 10 g/l de RSC o TSS.
Cazaux (en: Armijo-Valenzuela, 1994), establece dos grupos:
Altamente mineralizadas y frías
Baja mineraliazación y calientes
Shoeller ha considerado 6 grupos de aguas cloruradas atendiendo a su contenido en este anión. Los hidrólogos alemanes denominan soles las aguas cloruradas sódicas con mineralización superior a 14 g/l (5.5 g/l de Na+ y 8.5 g/l de Cl–). Por su origen las aguas cloruradas pueden ser terrestres o marinas.
Las aguas cloruradas terrestres de elevada mineralización se originan por disolución de halita (NaCl), siendo este mineral más abundante en las rocas sedimentarias. En el caso de las aguas cloruradas sódicas hipertermales de baja mineralización, el origen suele ser profundo y por lo general, están relacionadas con la presencia de fallas o material volcánico. Las de alta concentración y temperaturas frías están relacionadas con antiguos mares atrapados (aguas connatas).
Las aguas cloruradas sódicas marinas, a diferencia de las terrestres, poseen una mineralización bastante estable, siendo su valor medio del orden de 35 g/l. Esta composición varía según la latitud, por el aporte de ríos, la dinámica de las corrientes marinas y otras causas. Así por ejemplo, en el Mar Báltico la mineralización es de 15 g/l mientras que en el Mar Caspio es de 400 g/l. Se acercan más a la media el mar del
Océano Atlántico (32 g/l) y el del Mediterráneo (36 g/l). Los componentes mayoritarios del agua de mar son: Cl–, Na+, SO4 2-, Mg2+, Ca2+, K+, HCO3 –, Br–, siguiéndole en ese orden Sr2+, I–, F– y SiO2.
Aguas que contienen azufre como componente principal
En las aguas minerales el azufre puede encontrarse en diversas formas: sulfuro de hidrógeno (H2S), sulfhidrato (HS–) y sulfuros (S2-) con valencia -2; azufre coloidal con valencia 0 y sulfatos, con valencia + 6.
El sulfuro de hidrógeno es un gas inflamable y venenoso, de olor característico a huevos podridos que se hace perceptible en el aire a la concentración de 10 μg/L. La máxima concentración tolerable es de 20 g/L, siendo extraordinariamente tóxico a concentraciones mayores.
El H2S es un agente reductor y es oxidado a azufre según las siguientes ecuaciones de oxidación reducción:
H2S (g) – 2e– = S (s) + 2 H+ (ac) E = 0.141 vol
HS– (ac) – e– = S (s) + H+ (ac) E = 0.478 vol
S2- (ac) – e– = S (s) E = 0.088 vol
Aguas sulfuradas
Las aguas sulfuradas o sulfhídricas, también denominadas incorrectamente como sulfurosas, son aquellas que poseen más de 1 mg/L de azufre bivalente. A pH <7 es="" especie="" h="" la="" predominante="" span="" style="font-size: 8.5pt;">27>
S (más común en las aguas minerales), entre 7 y 11 el HS-, y a pH > 11 el S2-.
En las aguas sulfhídricas suele encontrarse materia orgánica soluble y materia organizada propia de una flora autotrofa, entre ellas algunas clases de algas que forman conglomerados lentos denominados “biogleas”. También se encuentran microorganismos aerobios que consumen azufre, denominados “sulfurarias”, las cuales son bacterias saprofíticas autotrofas..
Se distinguen varios tipos de aguas sulfhídricas, las que se denominan sulfurado sódicas, sulfurado cálcicas y sulfurado mixtas (sulfurado cloruradas, sulfurado arsenicales, etc.).
Las principales acciones terapéuticas de estas aguas son las siguientes: antirreumática, antialérgica, desintoxicante, ant iflogística, antiinflamatoria y antiácida. Se utilizan en las siguientes afecciones: reumatológicas, de la piel, de las vías respiratorias y otorringolaringológicas, odonto-estomatológicas, procesos ginecológicos y otros. (San
Martín y Armijo, 1994). La administración de estas aguas puede ser por vía oral, inhalatoria y tópica.
Aguas sulfatadas
Las aguas sulfatadas son aquellas que poseen una concentración mayor de 1 g/L de minerales totales disueltos, siendo el SO4 2- el ion predominante. Si otros iones tales como el Cl– o HCO3
– están presentes en concentraciones superiores a 20 % meq/L, se denominan sulfatadas mixtas. Según los cationes más abundantes, pueden ser sulfatadas sódicas, magnésicas, cálcicas o mixtas.
Todas las aguas sulfatadas se comportan como purgantes, siendo esta acción más abundante en las sulfatadas sódicas y magnésicas que en las sulfatadas cálcicas. En las aguas sulfatadas en general, se destaca también la acción colagoga y en menor medida poseen acción hidrocolerética (San Martín y Armijo, 1994).
Las aguas sulfatadas cálcicas pueden utilizarse como diuréticas por su bajo contenido de sodio. También poseen efectos neurovegetativos y pueden utilizarse en diferentes cuadros alérgicos.
Las aguas sulfatadas mixtas (cloruradas o bicarbonatadas), son también colagogas, pero no suelen ser diuréticas. Se utilizan preferentemente en afecciones del aparato digestivo (gastritis, afecciones hepatobiliares, insuficiencias hepáticas, etc.).
La vía de administración puede ser oral o en forma de baños (tópica).