17 Oct Morfolipoescultura
Se trata de un conjunto de técnicas destinadas a la destrucción del tejido graso, en un proceso mínimamente invasivo. Permite obtener resultados satisfactorios, equivalentes en muchos casos a la lipoaspiración tradicional.
Para la destrucción de la adiposidad se pueden combinar la criolipolisis, los ultrasonidos y la hidrocalasia. Posteriormente a los tratamientos se establece un protocolo de drenaje linfático, 2 sesiones a la semana durante 3 semanas consecutivas.
Estos tratamientos están contraindicados en pacientes con marcapasos, anticoagulantes, embarazo, cardiopatías o insuficiencia renal o hepática.
Se hacen infiltraciones de líquido hipoosmolar para que el gradiente osmótico sea suficiente para que el adipocito se hinche. La cantidad de líquido a inyectar depende de la zona y puede variar desde 20 a un máximo de 500 cc. Al mismo tiempo que se infiltra se trata de romper la fibrosis más importante para ayudar a que la propia infiltración así como el resultado de la destrucción de los adipocitos sea más homogéneo. Se usan protocolos similares para el tratamiento con críolipolisis o con ultrasonidos. Con la críolipolisis se realizan de 2 a 6 sesiones, según la zona, con intervalos de 8 a 30 días entre ellas.
Los ultrasonidos se aplican unos 30 minutos después de la inyección. La sesión con estos dura unos 20 minutos.
Las técnicas complementarias como la aplicación de rayos infrarrojos, facilitan la disminución del edema y permiten la hidrólisis de los triglicéridos. O la estimulación de las fibras musculares que permite el consumo local de los ácidos grasos liberados.