¿SE SIENTE CANSADO?



   Hay muchas ocasiones en las que no estamos enfermos y sin embargo no nos sentimos del todo bien. Esa sensación de cansancio, abatimiento y falta de concentración que todos hemos sentido en ocasiones y que no parece que se pase, aunque nos vayamos más pronto a la cama para dormir más horas, es debida en muchas ocasiones a una anemia ferropénica, es decir, a una falta de hierro, que puede diagnosticarse fácilmente mediante un análisis de sangre.
   De todos es sabido que la alimentación es la base fundamental de la salud. Vivimos de lo que comemos, y para mantenernos sanos y sentirnos con energías necesitamos alimentarnos diariamente de forma adecuada, mediante una dieta que contenga todos los nutrientes esenciales para cubrir las necesidades energéticas de nuestro cuerpo.
El hierro, un nutriente de peso
   Uno de los nutrientes más importantes de toda dieta alimenticia es el hierro. El hierro es un componente esencial de la hemoglobina y de los glóbulos rojas, que les capacita para desempeñar su función vital que es el transporte de oxígeno de los pulmones a todas las células del organismo. El oxígeno permite que las células puedan hacer pleno uso de la energía que aportamos con nuestra alimentación. Por lo tanto, una falta de glóbulos rojos implica siempre un déficit de energía y una sensación de cansancio.
¿Quién necesita hierro?
Lo cierto es que todos necesitamos proveer a nuestro organismo de un generoso aporte de hierro a través de nuestra dieta alimenticia, sin importar la edad. Sin embargo, algunos acontecimientos de nuestra vida, pueden hacer que la demanda de hierro por parte de nuestro organismo sea mucho mayor. La solución, en estas ocasiones, es tomar un buen preparado rico en hierro y que sea, naturalmente, de fácil asimilación. A continuación mencionamos algunos casos en los que las exigencias de hierro son sin duda mayores y en los que un aporte suplementario de este mineral resulta realmente de suma ayuda.
          Mujeres: Debido a su periódica y abundante pérdida de sangre.
          Mujeres embarazadas: llevan dentro de sí un ser en pleno desarrollo. La formación de nuevas células implica una mayor necesidad de hierro.
          Niños y adolescentes: Padecen los llamados tirones de crecimiento que originan importantes mermas en las reservas de hierro.
          En la tercera edad: Una carencia de hierro es el problema hematológico más común en personas ancianas.
          Personas que realizan dietas con control de peso o vegetarianos: En ambos casos, la toma de un suplemento de calidad ayuda a mantener los niveles necesarios de hierro evitando los síntomas de cansancio y abatimiento.
          Atletas: Ellos saben bien que tener un buen número de glóbulos rojos en sangre es esencial para el intercambio de oxígeno a nivel celular y para un pleno rendimiento en entrenamientos y competiciones.
El problema de la absorción
   Muchos especialistas, médicos, naturópatas, etc., saben que ésta es la clave de la cuestión a la hora de hacer aumentar los niveles de hierro en nuestro organismo. El hierro es de difícil absorción y muchos preparados ricos en hierro, pero que no están debidamente formulados, no hacen aumentar los niveles de hierro como sería deseable y provocan además problemas de estreñimiento. Por eso sería recomendable que estos preparados contengan extractos de hierbas que faciliten la digestión. Por ejemplo, la vitamina C ayuda a que el hierro se asimile, por lo que es esencial en cualquier preparado con este fin, por el contrario la vitamina E produce el efecto contrario, de la misma manera el salvado procesado que contienen muchos alimentos, sobre todo integrales, así como el té negro, la leche o el café, dificultan notablemente la absorción del hierro, por lo que no deben incluirse en una dieta que tenga como finalidad aumentar los niveles de hierro.