11 Mar COSMÉTICA CAPILAR
La piel y el cabello son los primeros elementos de nuestro cuerpo en manifestar los efectos nocivos de las agresiones cotidianas. En efecto, los cabellos reaccionan de manera significativa a cualquier alteración de nuestra salud, como infecciones, intervenciones quirúrgicas, obesidad, etc. Así como a nuestro modo de vida, nuestros hábitos alimentarios, el estrés y todas las formas de agresiones exteriores que sufrimos cotidianamente. La continua agresión solar durante la época estival puede crear problemas estéticos al cabello, ya que la cutícula sufre alteraciones químicas que reducen su fortaleza y los cabellos cuyas puntas están degradadas sufren daños a nivel del cortex. Estas alteraciones del cabello, conducen normalmente a patologías benignas y no dolorosas, que a veces necesitan tratamientos médicos y otras en las que su aspecto se deteriora y no entra en los parámetros de belleza que se imponen hoy en día, el tratamiento puede ser cosmético. Las exigencias de la moda y la comodidad en el peinado del cabello han motivado la oferta de numerosos productos que se han convertido en indispensables: tintes, permanentes, decoloraciones, fijadores… pudiendo provocar a la larga graves problemas a nivel de la estructura capilar. Combatir la caspa, regular la secreción sebácea y evitar la caída del cabello son algunos de los grandes temad de la cosmética capilar. De un total de entre 100.000 a 150.000 cabellos, perdemos una media de entre 50 a 100 diarios. Su renovación depende de factores genéticos, hormonales, nutricionales, etc. Estructura capilar El pelo es la parte visible de una formación unida a la piel, producida por la epidermis. Tiene forma de filamento, está pigmentado por la melanina que contiene y en su mayor parte está compuesto por una proteína dura llamada queratina. El cabello se compone de tres partes, cutícula, cortes y médula, que nacen en la raíz. La cutícula recubre el cortex y la médula y es la encargada de defender al cabello de las agresiones exteriores. Si la cutícula está dañada se pierde brillo y las puntas se parten. El cabello se nutre de la corriente sanguínea a través de los vasos capilares que alimentan al bulbo. Los cabellos reciben a través del bulbo pilífero la importante vascularización; esta situación es en parte responsable del elevado aporte nutricio y energético que posibilita un acelerado ritmo de la mitosis y una important actividad de proteo-síntesis. Ambos procesos forman un cabello grueso y resistente. Crecimiento del cabello El desarrollo del pelo, comienza en los seres humanos, con la aparición de los primeros folículos al final del segundo mes y principios del tercero de la vida fetal. A mediad que crece la piel, aparecen nuevos folículos. En el tercer y cuarto mes de gestación, es cuando aparecen los primeros cabellos, que se denominan lanugo, que son muy finos y poco pigmentados. A los pocos meses surge el pelo más resistente, en las cejas y cabeza principalmente. El resto del cuerpo, se cubre de un vello muy fino y corto que se mantienen hasta la pubertad. En este momento nacen los pelos de tipo terminal, más largos, en axilas, pubis, barbilla, etc. La cantidad y calidad del pelo depende de las razas y de los factores genéticos individuales. El cabello crece alrededor de un centímetro al mes. Cada cabello tiene un ciclo de vida diferente a los demás y pasa por diferentes etapas de crecimiento, transición y reposo hasta caer definitivamente. Las fases por las que transcurre son: – Fase anágena: es la fase de crecimiento activo del folículo piloso. Las nuevas células creadas, formarán el bulbo, del que nacerá un cabello. Aproximadamente un 80% de los cabellos se encuentran en esta fase, sin embargo el vello corporal se mantiene en esta fase apenas unos meses. – Fase catágena: es la fase de reposo durante la cual se interrumpe la actividad queratogénica, y además la parte más profunda del folículo, el bulbo, se retrae, se acorta y se queratiniza. La membrana vítrea se arruga. Un pequeño porcentaje de nuestros cabellos se encuentra en esta fase. – Fase telógena: es la fase de descanso del ciclo capilar y dura aproximadamente tres meses, en ella el pelo muere y cae, aunque paulativamente, entre seis a diez semanas, es sustituido por un cabello nuevo. Crecen más rápido en verano y entre los 15 y los 30 años de edad y curiosamente crece más rápido en las mujeres que en los hombres. Un 20% de nuestro cabello se encuentra en esta fase. Propiedades físico-químicas y clases de cabellos Las propiedades mecánicas del cabello son muy destacables por lo que siempre se deben tener en cuenta, ya que una modificación química importante del cabello puede ocasionar un cierto deterioro de las mismas. Entre las propiedades más características del cabello se pueden citar: resistencia al alargamiento, resistencia a la rotura, resistencia a la elasticidad, adsorción superficial y comportamiento del cabello frente al agua y otros solventes. 1.-Cabello normal: tiene un aspecto brillante, aterciopelado, sin fisuras y bien coloreado. En él todas las funciones fisiológicas son normales. Generalmente el cabello de niños de corta edad o de adolescentes es normal, pues aún no se ha alterado su equilibrio biológico por factores internos o agentes externos. Bajo un punto de vista cosmético, este tipo de cabello sólo necesita un cuidado muy suave a fin de no comprometer el equilibrio fisiológico normal. 2.- Cabello seco: tiene una apariencia árida, con fisuras, presenta escamas secas y es propenso a romperse y agrietarse debido a su poca elasticidad. Su pH es más ácido de lo normal, está falto de grasa y por consiguiente de humedad, sobre todo a nivel del cuero cabellu8do. Conviene someterlo a masajes y revitalizarlo con preparados de efecto reengrasante o y balsámico. 3.- Cabello graso: tiene un aspecto grasiento y pegajoso, debido a la exagerada actividad de las glándulas sebáceas. El pH es más elevado de lo normal, por lo que este tipo de cabello es más propenso a infecciones de origen microbiano. Desde el punto de vista cosmético debe cuidarse con productos con acción desinfectante, astringente y desengrasante. Las uñas Las uñas, es una lámina plana y convenxa que recubre y da protección a la región distal de los dedos. Las uñas de las manos tienen un crecimiento de 0.10 milímetros por día. En contra de lo que comúnmente se piensa, las uñas tienen muy poco contenido en calcio, su dureza se debe a su estructura histiológica y a su composición química. Las uñas están formadas por tres capas: . Capa superficial: está formada por células desvitalizadas de la matriz proliferante. Son células desvitalizadas de la matriz proliferante. Son células que pierden su núcleo y acumulan material proteico fibroso y forman la trama fibrosa de las uñas. . Capa intermedia: es la más gruesa y tienen el mismo origen que la capa superficial, aunque la forman células vivas muy cohesionadas entre ellas y que además acumulan menos fibras queratinizadas. . Capa profunda: está formada por dos capas de células que provienen del lecho epidérmico. El crecimiento de la uña es longitudinal, es decir que las uñas nacen de la matriz proliferativa. Anomalías de las uñas Los grandes enemigos de las uñas son el agua, las agresivas, los productos detergentes, malos cosméticos, quitaesmaltes mal formulados y abrasivos, sustancias alérgicas, golpes. También pueden sufrir infecciones de hongos, bacterias, o reflejar enfermedades sitémicas. Las alteraciones más comunes son las siguientes: Fragilidad: se manifiesta por la tendencia a quebrarse, romperse o fracturarse. Los procesos traumáticos o la utilización de productos químicos como detergentes alcalinos, disolventes o quitaesmaltes mal formulados y agresivos entre otros, son las principales causas. Uñas atróficas: menor desarrollo de las uñas y disminución del espesor y texturas. Por alteraciones endocrinas, por causas traumáticas o infecciosas. Onicofagia: hábito compulsivo de comerse las uñas. Las personas nerviosas están más predispuestas. Onicorexsis: fisura o rotura longitudinal de las uñas. La encontramos en alteraciones nutricionales como déficit de minerales. Estriaciones transversales: Surcos o depresiones transversales de la lámina ungueal. Se dan tras una alteración en el crecimiento de la uña. Las causas son: procesos febriles agudos o graves, alteraciones nutricionales sobre todo de minerales o utilización de fármacos citotóxicos. Onicoquicia: Descamación en láminas de las uñas provocando una separación de sus capas. Su causa suele ser pro mojarse con mucha frecuencia o ser rascadas exageradamente por quitaesmaltes agresivos. Algunas veces puede ser proximal y estar causada por un liquen. Leuconiquia: Alteración del color más frecuente. Generalmente se presentan manchas blancas transversales provocadas por pequeños traumas en la matriz. Existen multitud de productos en el mercado, tanto para uso tópico como oral, que nos ayudan a prevenir y a mejorar el aspecto de nuestro cabello y uñas, tales como asociaciones de vitaminas, principalmente las del grupo B, zinc, animoácidos azufrados, extracto de ortiga, cacao, germen de trigo, oligoelementos marinos…