16 Sep MADUREZ (35-55 años)
En la etapa de la madurez, de los 35-55 años, uno de los principales desafíos a los que se enfrenta la mujer es la conciliación ente una carrera laboral exitosa y la vida familiar que puede llevar a situaciones de estrés y a un descanso inadecuado.
Las consecuencias de un descanso inapropiado en mujeres son:
- Trastornos del estado de ánimo. Una sola noche de sueño inadecuado puede generar irritabilidad y cambios de humor, un sueño insuficiente crónico puede provocar trastornos del estado de ánimo a largo plazo. Los problemas de sueño crónicos se han relacionado con la depresión, la ansiedad y otros malestares psíquicos.
- Alteración del sistema inmunitario. El descanso adecuado y suficiente es importante para un sistema inmunitario robusto y equilibrado.
- Salud ósea. En estudios epidemiológicos se ha visto que el trabajo en turnos nocturnos, que causa tanto la interrupción del sueño como trastornos de ritmo circadiano, se ha asociado con una densidad ósea más baja y un mayor riesgo de fracturas.
Además, en esa etapa la fertilidad es un aspecto central en la vida de muchas personas y de numerosas parejas que también puede verse afectada por el estrés y un descanso inadecuado. Por esta razón, las alteraciones de la fertilidad constituyen uno de los principales problemas de salud reproductiva, especialmente en los países desarrollados, en los que el retraso voluntario del plan reproductivo ha resultado en un incremento progresivo de la edad de la maternidad, al tiempo que se produce también un aumento de la incidencia de disfunciones reproductivas asociadas al envejecimiento germinal. Se estima que 8 de cada10 parejas que buscan asistencia médica no inician o no perseveran con el tratamiento siendo estrés emocional el principal motivo.