30 Dic Radiofrecuencia y Carboxiterapia: indicaciones en cuello
A medida que envejecemos, la piel pierde colágeno y elastina, lo que provoca falta de elasticidad y turgencia, y la piel se nota más fina y débil. En el caso específico del cuello, el aumento de la adiposidad subcutánea y el descenso muscular junto con el envejecimiento de la piel producen los típicos efectos de la piel redundante y laxa, falta de definición en la línea mandibular, doble mentón, papada, etc.
Existen diversas técnicas y metodologías no quirúrgicas para tratar la laxitud de la piel del cuello y entre ellas la radiofrecuencia es una de las técnicas con resultados más prometedores sobre todo, cuando se lo combina con otros tratamientos complementarios como la carboxiterapia.
El efecto de la radiofrecuencia monopolar sobre el colágeno de la dermis y tejidos subcutáneos, está ampliamente documentado y existen numerosos estudios clínicos comprobando sus efectos. En el caso específico de la piel del cuello, donde necesitamos no sólo una contracción bi-dimensional a nivel dérmico sino también una contracción tri-dimensional con efecto sobre el septo fibroso que ancla la piel al tejido subcutáneo, la radiofrecuencia monopolar es la que mejor se adapta a nuestras necesidades, provocando efectos inmediatos de contracción, asimismo efectos a largo plazo de engrosamiento del colágeno existente y formación de colágeno nuevo, lo que mejora sustancialmente la calidad y grosor de la piel, aumentando su elasticidad, aportando mayor tensión al área de tratamiento.
Este efecto específico sobre el colágeno se puede potenciar con el uso de tratamientos como la carboxiterapia, que produce un incremento de la oxigenación en el área tratada con el consiguiente beneficio terapéutico, aportando a las capas más superficiales un aspecto más joven y mejorando las arrugas finas.