La piel

La piel es un órgano complejo. Se distribuye en dos capas: epidermis y dermis. Por debajo de la dermis tenemos el tejido celular subcutáneo.

La epidermis es un epitelio escamoso estratificado y queratinizado que se clasifica en 5 capas: capa basal, para basal, estrato espinoso, granuloso y córneo. La epidermis es un epitelio que se encuentra en continuo recambio y así las células de la capa basal o germinativa ascienden hacia las capas superiores, hasta el estrato córneo, con la total queratinización de la célula. En la epidermis tenemos los queratinocitos, los melanocitos y las células de Langerhans; estas últimas son las células presentadoras de antígenos. Los melanocitos se encuentran principalmente a nivel de la capa basal y producen melanina a partir de la tirosina, así pues, su función fundamental es la de fotoprotección.

La dermis es la capa más profunda de la piel y se clasifica en cuatro zonas: papilar, superficial, media y profunda. La dermis está constituida en buena parte por tejido conectivo, con fibroblastos, miocitos, mastocitos, células endoteliales y periteliales. Los fibroblastos son células de sostén y los mastocitos tienen una función inmunológica. Los miocitos están en los músculos erectores del pelo. En la dermis también hay fibras elásticas y de colágeno.