Peeling químico en el tratamiento de la piel fotoenvejecida

La exfoliación química facial se usa para varias indicaciones, pero su principal indicación es el tratamiento de piel fotoenvejecida. El resultado del peeling es un amplio espectro de efectos clínicos que va desde la descamación superficial a la erradicación de las líneas faciales, arrugas y manchas de pigmentación.

La exfoliación química facial puede ser profunda, intermedia y superficial. Los peelings profundos están indicados para mejorar las elastosis solares y anomalías de pigmentación. Los peelings de profundidad intermedia alcanzan prácticamente el mismo nivel afectado por los peelings profundos y son adecuados para pacientes con lesiones actínicas más suaves y arrugas más superficiales. El peeling superficial es útil en el tratamiento de acné vulgar activo y sus secuelas menores.

Los agentes peelings más empleados son:

-Alfa Hidroxiácidos (AHA)

-Acido Retinoico

-Resorcina

-Solución de Jesser

-Ácido Tricloroacético

-Fenol

Las anomalías en la pigmentación de la piel es de las complicaciones más comunes. En general los peelings superficiales tienen tendencia a la hiperpigmentación y los más profundos pueden curar con hipopigmentación. La hipopigmentación que aparece en los peelings profundos no es una complicación sino más bien una secuela esperada. El riesgo de anomalías de pigmentación puede disminuirse con filtros solares y evitando fármacos fotosensibilizantes o que contengan estrógenos o progesterona. El eritema y la sofocación son muy comunes y normalmente se resuelven espontáneamente o con ayuda de un corticosteroide tópico. La infección es otra complicación común. Un antibiótico apropiado sistémico antes del peeling junto con agente antivirales, previenen el desarrollo y la diseminación de una infección y promueven la curación de heridas sin formación de cicatrices.

Las contraindicaciones absolutas para los peelings profundos e intermedios incluyen los pacientes con desconocimiento del proceso, con expectativas poco realistas, no dispuestos a reducir su exposición al sol, con piel oscura, con tendencia a cicatrizar anormalmente y con alteraciones de pigmentación.

Como conclusión podemos decir que la selección del agente químico para realizar un peeling depende principalmente de que la severidad de las lesiones actínicas y el grado de fotoenvejecimiento cutáneo requieran una renovación más o menos profunda. La profundidad que alcanza la solución del peeling no tiene por qué  ser constante para todas las zonas anatómicas. Puede manipularse con la preparación, la oclusión, la concentración y el tipo de solución.

Los peelings químicos superficiales no desempeñan un papel muy importante en el tratamiento del envejecimiento facial. Son muy útiles para refrescar y renovar la piel y su principal contribución es la mejoría que producen en la poiquilodermia y en las pequeñas arrugas faciales. Los peelings intermedios y los profundos, sin embargo, tanto como procedimientos únicos como en combinación con cirugía facial, pueden proporcionar una mejoría muy notable en las arrugas más profundas y en la piel fotoenvejecida.