Obesidad

La obesidad es un exceso de grasa acumulada en el cuerpo, sea por una excesiva ingesta de alimentos o por un menor gasto energético de nuestro organismo, que comporta un aumento de peso y puede provocar numerosas enfermedades.

La forma más eficaz de tratar y prevenir la obesidad más común es mantener una correcta alimentación.

En general, la obesidad es debida a un consumo excesivo de alimentos, o a un desequilibrio en los tipos de alimentos que comemos (cuando se da la preferencia a las grasas y a los hidratos de carbono). Pero tampoco podemos olvidar que, aunque en minoría, existe una parte de la población obesa que lo es por otras causas: obesidad provocada por un componente genético, por enfermedades endocrinas o  por enfermedades metabólicas con disfunciones hormonales.

La grasa está formada por adipocitos, que son células formadas a partir de fibroblastos durante el desarrollo embrionario. En el proceso de formación de adipocitos interviene la STH (hormona pancreática), T3 (hormona tiroidea) y la alimentación.

El programa más eficaz para luchar contra la obesidad es mantener una dieta adecuada, realizar ejercicio apropiado y tener una actitud mental positiva.

Para que una persona adelgace, la incorporación de energía debe ser inferior al gasto de la misma. Para consentirlo se puede reducir la ingesta de calorías de la dieta o aumentar la tasa de calorías consumidas en ejercicio físico.

Las ditas radicales o intensivas producen pérdidas de peso rápidas, pero provocan a la larga una ganancia de peso por un efecto rebote. La manera para perder peso de forma eficaz es la reducción gradual de kilos (0,25-0,5 kg/semana).