18 Nov Dermopigmentación: cómo llega ser parte de la piel
La dermopigmentación es un tatuaje, y por tanto es permanente. Consiste en la implantación de pigmentos o tintas a nivel dérmico mediante una aguja.
Las diferencias entre la dermopigmentación y el tatuaje las encontramos en el tipo de tintas y la profundidad de implantación. En el maquillaje permanente se depositan entre 0,5 y 1,8mm. (dermis superficial) mientras que en el tatuaje se profundiza mucho más. Las tintas y pigmentos que se utilizan en los tatuajes no se decoloran tanto pero no es prudente implantarlos en la cara porque podrían migrar.
El procedimiento se podría considerar semipermanente si insertáramos el pigmento a nivel de la dermis, pero esto duraría sólo entre 4 y 6 semanas (tiempo que tardfan en regenerarse las capas de la epidermis)
Para evitar significados peyorativos, utilizamos la palabra dermografía (dermo=piel; grafía=escribir), dermopigmentación o microimplante de pigmentos.
Los pigmentos se introducen en la piel atravesando la epidermis y depositándose en la dermis. Esto pone en marcha una respuesta inmune que trata de expulsar las partículas extrañas descomponiéndolas, en realidad disolviéndolas, y así poder ser expulsadas a través del sistema linfático. Pero los pigmentos no son solubles y además las partículas son gigantescas en relación con la estructura celular de la piel. Actúan entonces los Macrófagos que encapsulan los gránulos de pigmento aislándolos del resto de células dérmicas.
Cualquier tatuaje representa millones de macrófagos contenedores de pigmentos extendidos por la dermis. Estas partículas se quedan alojadas de manera permanente en la red de fibras colágenas, elásticas, pequeños nervios y vasos sanguíneos.