30 Ago LA MEDICINA ESTETICA
Tradicionalmente la salud había sido entendida meramente como ausencia de enfermedad reconocida. Y la tarea de los médicos era el tratamiento de las enfermedades que estaban médicamente definidas. Pero hoy en día ha comenzado a entenderse la salud como un estado de bienestar integral. Y se considera como enfermedad a cualquier déficit en la salud.
La contribución al bienestar y a la calidad de vida constituyen el objetivo de las actividades sanitarias. Y se han multiplicado los métodos de cuantificación de esa calidad de vida. Actualmente la Medicina evalúa sus aportaciones por la calidad de vida conseguida más que por la cantidad de enfermedad evitada. Así el cálculo de la calidad de vida se está introduciendo cada vez más en la toma de decisiones clínicas individuales.
Es indudable que las alteraciones estéticas pueden tener gran influencia sobre el bienestar y la calidad de vida. En los últimos tiempos ha aumentado mucho la repercusión que tienen estos trastornos sobre el bienestar individual. Y el beneficio de las intervenciones estéticas comparado con el de otros tratamientos médicos ha aumentado consecuentemente.
Es cierto que la estimación de la importancia que tienen los trastornos estéticos encierra una gran variabilidad subjetiva. Pero aunque subjetiva, no es menos real. Y
, por otra parte, la medicina ha llegado a reconocer que en todas las intervenciones médicas se produce una estimación que es subjetiva en alguna medida.
Todas estas consideraciones nos permiten contemplar la medicina estética y la medicina antiaging, como una actividad propiamente médica que comparte con las otras especialidades una misma finalidad de mejorar la calidad de vida de sus pacientes.
Es cierto que la medicina estética introduce ciertas peculiaridades en la relación médico-paciente. Pero estas diferencias no son sustanciales. Toda la medicina actual está sustituyendo su paternalismo tradicional por un modelo más autonomista. El autonomismo obliga a introducir nuevas reglas entre las que destaca el Consentimiento informado. En el caso de las intervenciones estéticas los principios del Consentimiento informado no son distintos que para el resto de las intervenciones médicas. Lo que ocurre es que deben aplicarse a un terreno en el que la urgencia es menor y el balance coste-beneficio es más subjetivo. Ello obliga a una información más exhaustiva y a una participación del enfermo más explícita.
La medicina estética, se contempla hoy en día como una actividad propiamente médica, sujeta a los compromisos y valores éticos de la profesión.
Dra. Victoria Páez
Director médico de la Clínica de Medicina y Cirugía Estética. Dra. Páez. Fuengirola. Málaga.