23 May Clasificación de Glogau del grado de envejecimiento
La clasificación de Glogau (Score de Glogau) es la que más se usa para determinar el grado de envejecimiento clínico, y con esto se definen 4 tipos:
Tipo I: SIN ARRUGAS
Fotoenvejecimiento temprano. Leves cambios pigmentarios. Sin queratosis. Mínimas arrugas.
20 a 30 años de edad. Mínimo o ningún maquillaje
Tipo II: ARRUGAS EN MOVIMIENTO
Envejecimiento temprano a moderado. Tempranas lentigines seniles visibles. Queratosis palpables pero no visibles. Comienzo de aparición de líneas paralelas en la sonrisa.
30 a 40 años de edad. Generalmente se utiliza alguna base de maquillaje
Tipo III: ARRUGAS DE DESCANSO
Fotoenvejecimiento avanzado. Discromía obvia y telangiectasias. Queratosis visibles. Arrugas aun cuando no gesticula
50 años o más. Siempre se utiliza base pesada para maquillaje.
Tipo IV: SOLAMENTE ARRUGAS
Fotoenvejecimiento severo. Color de la piel amarillo a grisáceo. Manchas actínicas. Queratosis seborreicas. Malignidades cutáneas previas. Arrugas en toda la piel
60 a 70 años. No se pueden usar maquillajes dado que los mismos forman costras y fisuras.
Con esta escala podemos determinar qué grado de envejecimiento padece el paciente, que vamos a tratar.
El triángulo de la juventud se define por los pómulos que están elevados y bien definidos de los 25 a los 40 años; y la línea mandibular es fuerte y bien marcada. A partir de los 55 años ocurre una deflación de las mejillas, los pliegues nasolabiales se hacen más evidentes y la línea mandibular se torna irregular.
Con el envejecimiento ocurre una pérdida de volumen biométrico en el rostro, pérdida ósea significativa y cambios notables en las capas superpuestas de tejidos blandos y la piel. Los músculos faciales se atrofian y esto contribuye a la flaccidez del rostro y pérdida del tono de la piel con el consecuente desplazamiento de los compartimentos grasos. La pérdida o migración de la grasa produce arrugas profundas y defectos del contorno. La acumulación de grasa en algunas zonas da la impresión de hinchazón permanente. La piel pierde sus proteínas estructurales colágeno y elastina y se vuelve flácida.