El mejor tratamiento para las estrías sin duda es la prevención. Aunque la constitución genética individual es importante, la mejor prevención es mantener la piel muy hidratada. Los cuidados preventivos constantes de al menos una vez al día, consiguen limitar su aparición.

Debemos exfoliar la piel antes de aplicar cremas y aceites nutritivos y antioxidantes. La aplicación de retinol palmitato ayuda, puesto que estimula la síntesis de colágeno y fibras elásticas. El ácido ganmalinoléico  presente en el aceite de Rosa Mosqueta ayuda también a prevenir las estrías porque protege a la piel de la deshidratación.

La vitamina E como antioxidante, favorece la reparación adecuada de la piel.

La alimentación también influye en la piel y la falta de vitaminas y otros nutrientes colabora en la aparición de estrías. La vitamina E mantiene la elasticidad y la vitamina C mejora la calidad del colágeno. La vitamina B5 junto al cinc mejora todo el proceso de cicatrización. El silicio regenera las fibras de colágeno y el cobre actúa como cofactor de la vitamina C.

En el tratamiento tópico de las estrías se usan cremas con retinoico, glicólico y zinc, durante al menos 6 meses.

Los peelings son eficaces al actuar en el crecimiento y renovación de las capas más profundas de la piel, también la dermoabrasión al estimular la remodelación de la matriz dérmica. Tanto la dermoabrasión como los peelings medios conviene realizarlos una vez por semana hasta 10 o 12 sesiones. La valoración del resultado del tratamiento se suele hacer pasadas unas 12 semanas, unos 3 meses después del último tratamiento.