QUINOA, CALIDAD PARA TU PIEL



   En la investigación y el desarrollo de nuevos cosméticos cada vez se tiene más en cuenta la utilización de principios activos de origen vegetal con excelentes cualidades para la piel, que además posean otros valores añadidos.
   Con este fin se valoran los cultivos procedentes de países del Tercer Mundo. Su exportación favorece el desarrollo de estos países, y contribuye a que se deje atrás un tipo de cultivo perjudicial (campos de coca), a favor de estas ricas plantas. También se escogen aquellos cultivos que son orgánicos, respetuosos con la naturaleza, sin el uso de sustancias químicas.
   La quinoa o quinua es un buen ejemplo de esta situación. Aunque actualmente se le conoce más como un rico alimento, las ventajas que presenta esta planta para la dermis la convierten en el mejor aliado de las pieles secas y sensibles, ideal para el cuidado del bebé durante toda su infancia.
La quinoa en la alimentación
   Aunque algunos tipos de granos de trigo podrían acercarse a la riqueza de las proteínas de la quinoa, cereales tales como la cebada, el maíz y el arroz generalmente tienen menos de la mitad de sus proteínas. La quinoa tiene un alto contenido en lisina (un aminoácido no muy abundante en el reino vegetal),  y cuenta con todos los aminoácidos esenciales, particularmente arginina e histidina, muy apropiados para la alimentación infantil.
Composición química
   A continuación se describen algunas de sus principales sustancias y componentes:
Proteínas
   La quinoa presenta un contenido en aminoácidos similar al de los cereales, pero con la diferencia de que cuenta con ciertos aminoácidos que son carentes en este grupo. Los aminoácidos esenciales, tales como la leucina, isoleucina o lisina, por ejemplo, se encuentran en concentraciones similares a las de los cereales, mientras que las concentraciones en cisteína, fenilalanina, valina y tirosina son ligeramente inferiores.
   La quinoa presenta cantidades superiores de lisina y treonina, dos aminoácidos limitados en los cereales. El contenido en metionina también es superior, así como el contenido en los aminoácidos necesarios en recién nacidos y niños, esto es, en arginina e histidina.
Lípidos
   El contenido en materia grasa en la quinoa es de gran interés debido a su gran proporción de ácidos grasos insaturados.
Hidratos de carbono
   Los hidratos de carbono de la quinoa están constituidos básicamente por almidón, con un contenido de 55-65%. También presenta entre un 2 y un 2.6% en mono y disacáridos, entre un 3 y un 3,6% en pentosanas, y un contenido en fibra bruta que oscila entre el 2 y el 4%.
Elementos minerales
   El calcio, potasio, magnesio, fósforo, hierro, manganeso y zinc son los elementos minerales más abundantes en la quinoa, con una concentración superior a la del grupo de los cereales.
Vitaminas
   El contenido de estos componentes puede oscilar en función de la variedad de quinoa empleada, pero los datos que a continuación detallamos se refieren a valores promedio.
Tiamina 0,19 – 0,21 mg/100g
Niacina 0,51 – 0,68 mg/100g
Tocoferoles 4,6 – 5,2 mg/100g
Ribofavina 0,15 – 0,25 mg/100g
La quinoa contiene más riboflavina y ácido fólico que los cereales habituales.
Saponinas
   Las saponinas se encuentran en la superficie de la semilla de quinoa, son solubles en agua y se pueden eliminar de la cobertura mediante el lavado con agua o por frotación, formando una solución jabonosa.
Aplicaciones de la quinoa en cosmética
   El tratamiento con quinoa está especialmente recomendado para pieles sensibles, secas, desnutridas e irritadas. Ésta restablece la hidratación cutánea, debido a su contenido en treonina y ácidos grasos. Los aceites nutritivos proporcionan  a la piel una gran suavidad, mientras que el cabello queda fortalecido, suave y con brillo.
   Estas particularidades hacen muy aconsejable el uso de la quinoa para la higiene y el cuidado de la piel del recién nacido, y del niño durante la infancia. La piel del bebé es diferente a la del adulto, delicada y sensible; su extracto córneo es muy fino y o ha alcanzado un pleno desarrollo dérmico, por lo que existe el riesgo de que se pueda dar un desecamiento cutáneo. La delicada epidermis del bebé está sometida a agresiones tales como las condiciones climáticas desfavorables o el uso de productos inadecuados, y por ello necesita unos cuidados cotidianos apropiados y el uso de productos nutritivos y de calidad.