01 Ago Testosterona y riesgo cardiovascular
El proceso de envejecimiento se caracteriza por la declinación de la mayoría de las funciones fisiológicas. Y la declinación de las funciones endocrinas, juega un papel importante en toda la sintomatología que acompaña al proceso de envejecimiento. Aunque no se puede decir exactamente que exista la andropausia sí, que al igual que en las mujeres la actividad ovárica se termina de forma más o menos abrupta, en los hombres va disminuyendo la producción de testosterona con la edad. Esta disminución viene de la parte testicular y también de lo que correspondería a la hipófisis e hipotálamo.
La deficiencia de testosterona se manifiesta clínicamente en hombres con síntomas como hipogonadismo o disminución de la función eréctil y la libido. Con 25 ó 30 años de edad tenemos los niveles mayores de testosterona en plasma.
Los síntomas de niveles bajos de testosterona son:
- Estado depresivo y falta de autoconfianza.
- Pérdida de memoria y falta de energía. Sofocos.
- Alteraciones del sueño. Nauseas. Taquicardias.
- Tendencia al llanto.
- Pérdida de la libido.
En los hombres la deficiencia de testosterona es un factor de riesgo importante para la aparición de osteoporosis y fracturas óseas como consecuencia. En concreto disminuye el compartimento de hueso trabecular. Además aumenta la grasa corporal y disminuye la masa muscular con la disminución de los niveles de testosterona.
La adecuada administración de testosterona mejora la sintomatología a la vez que eleva el hematocrito.
Además la testosterona mejora la sensibilidad a la insulina y el perfil lipídico, aumentando los niveles de HDL-colestrol a la vez que disminuye el LDL costerol.