10 Jul Sobre el envejecimiento
Los ácidos grasos esenciales constituyen un 20 % de la masa cerebral. Estos ácidos grasos derivan exclusivamente de su aporte con la dieta no proceden de la propia fabricación. Hay 2 familias de ácidos grasos esenciales: los omega-3 y los omega 6.
Los ácidos grasos omega-6 derivan de los granos y de la carne de los animales que se alimentan de grano. Los ácidos grasos omega-3 derivan de los vegetales verdes, los peces de agua fría, los mariscos, linaza y colza. El ratio omega3-6 es de 1:1 en la dieta paleolítica, la cual fue seguida por el homo sapiens. En cambio en la dieta moderna la proporción de omega 3-6 es de 1/10, 1/20, y esto trae como consecuencia, una serie de alteraciones que estimulan la aparición de reacciones inflamatorias, en el organismo humano. Se ha estudiado incluso como incluso aumenta el índice de aparición de depresiones en personas con niveles bajos de omega 3. Se ha demostrado que la suplementación con omega-3 tiene un marcado efecto antidepresivo.
Se han estudiado varios factores implicados en la fregmentación del sueño en personas mayores, entre ellos las alteraciones de la neurobiología del ritmo circadiano, las alteraciones conductuales y la disminución en la actividad física.
Con la edad disminuye el sueño REM, y en general el sueño está más fragmentado. Los niveles de melatonina que decrecen con la edad, están directamente implicados en la arquitectura del sueño y en la calidad del sueño.