SÍNDROMES MIELODISPLÁSICOS (SMD)

   La médula ósea es el tejido esponjoso dentro de algunos huesos. Contiene células inmaduras, llamadas células madres. Las células madre pueden desarrollarse en los glóbulos rojos que trasportan el oxígeno a través del cuerpo, los glóbulos blancos que combaten infecciones y las plaquetas que ayudan en la coagulación de la sangre.
   En los SMD se incluyen una serie de enfermedades que tienen en común como característica que las células madre de la médula ósea, tienen un defecto que las hace producir células anómalas, incapaces de realizar sus funciones habituales y en menor cantidad de lo habitual.
   En la mayoría de los casos no es posible hallar la causa, pero en ocasiones los SMD son consecuencia de una anomalía genética previa (Anemia de Fanconi), en otras es un trastorno adquirido secundario a un tratamiento con radioterapia o quimioterapia, o a la exposición prolongada al benceno, pesticidas o insecticidas.
   La incidencia de los SMD aumenta con la edad, siendo la media de aparición los 70 años y tan sólo el 10% de los pacientes tienen menos de 50 años, también es más común entre hombres que entre mujeres.
Síntomas
   Los SMD pueden no dar síntomas durante años y cuando éstos aparecen son totalmente inespecíficos. Los principales síntomas son:
          Por el déficit de glóbulos rojos: debilidad, cansancio, mareos y palpitaciones.
          Por el déficit  o mal funcionamiento de plaquetas: hematomas, hemorragias de diversas localizaciones.
          Por déficit de leucocitos: fiebre o infecciones frecuentes.
   En ocasiones también se pueden tener molestias abdominales debido al aumento del tamaño del hígado o del bazo.
Tipos de SMD
          Anemia refractaria simple.
          Anemia refractaria con sideroblastos en anillo.
          Anemia refractaria con exceso de blastos.
          Anemia refractaria con exceso de blastos en transformación.
          Leucemia melomonocítica crónica.
   Las 2 primeras tienen una supervivencia de unos 2-5 años desde el diagnóstico, las otras 3 suelen tener una supervivencia inferior al año y medio.
Diagnóstico
   El  SMD debe sospecharse en todo paciente anciano con clínica compatible con síndrome anémico que no responde al tratamiento habitual y se acompaña de infecciones de repetición o trastornos de la coagulación.
   La analítica de sangre puede apreciar una anemia, y también suele existir una disminución del número o alteración de leucocitos y/o plaquetas. Es corriente encontrar el hierro elevado en sangre, así como la saturación de transferrina. La punción de médula ósea puede presentar un número de células normal, disminuido o elevado. Su estudio nos ayudará a clasificar el tipo de síndrome mielodisplásico.
Tratamiento
   El tratamiento ideal es el trasplante de médula ósea. El problema es que la mayoría de los pacientes son de edad avanzada, con lo cual no son buenos candidatos para el trasplante.
   Existen tratamientos de confort para paliar las posibles complicaciones de estas enfermedades como:
. Transfusiones de sangre o plaquetas.
. Factores de crecimiento.
. Inmunomoduladores.
. Agentes inmunodepresores.
. Agentes hipometilantes.
. Quimioterapia.