Indicaciones de la rinoplastia médica

La rinoplastia no quirúrgica, inicialmente estaba reservada para la corrección de las imperfecciones postquirúrgicas (rinoplastia de camuflaje). Hoy en día, sin embargo las indicaciones para este tratamiento están muy bien codificadas.
Entre las numerosas posibilidades que se proponen, en primera instancia como tratamiento de los defectos de la nariz, ya sea asociado o no a inyecciones de toxina botulínica en caso de hiperactividad de algunos músculos como el depresor del septum nasal.
El abordaje no quirúrgico de una rinoplastia, normalmente considera anormalidades de menor entidad como la corrección del dorso o la punta nasal. Pero en realidad, también son estas las cuestiones más demandadas por los pacientes. Se trata de un tratamiento no traumático y reversible, que puede ayudar a numerosos pacientes, ofreciéndoles resultados naturales frente a abordajes más agresivos.
El abordaje no quirúrgico, también se puede constituir como una etapa previa a la cirugía, permitiendo así al paciente apreciar los resultados de la corrección de la asimetría con materiales de relleno. Asimismo el bloqueo químico del músculo depresor de la punta nasal, con la elevación de la punta que esto supone, se corresponden con los resultados que se obtienen quirúrgicamente, cuando se secciona el músculo en una rinoplastia convencional.
Por otra parte, este abordaje es más adecuado para corregir el envejecimiento de la nariz, de forma superficial pero efectiva. La única cuestión quizás no tan agradable respecto a este abordaje es que se necesitan tratamientos repetidos de forma regular para mantener los resultados; incluso si usáramos implantes permanentes, necesitaríamos repetir los tratamientos con toxina botulínica.
Ciertamente se trata de un procedimiento terapeútico inocuo y reversible. Además en cada sesión de tratamiento es posible aplicar pequeñas modificaciones de la técnica para mejorar los resultados. Es importante usar, sobre todo al principio implantes reabsorbibles, para dar tiempo a que el paciente acepte psicológicamente los resultados. Y en algunos casos tener en cuenta que la indicación de la rinoplastia es quirúrgica.
En la valoración de la nariz previa al tratamiento se estudia el ángulo naso-frontal que debe estar entre 115 y 135º, el ángulo dorsal de unos 180 º y el ángulo naso-labial, que debe tener de 90 a 110º. Este último lo vemos reducido conforma nos baja la punta nasal. 30 minutos antes del tratamiento se aplica una crema anestésica al paciente sobre la zona a tratar.
Cuando se trata la estética nasal es importante hacer siempre fotografías de la base nasal, para evaluar posibles asimetrías en la cruz intermedia o los cartílagos alares. Debajo de la piel y el tejido subcutáneo están los músculos de la pirámide nasal y debemos hacer gesticular al paciente para evaluar en que forma afectan la estética nasal.
En lo que respecta a la vascularización, y las estructuras nerviosas, no hay un riesgo de causar daños con implantes de relleno, aunque hay muchos vasos, son muy pequeños, a excepción de la arteria angular que pasa por el canto interno del ojo. Y la inervación proviene de pequeñas ramificaciones derivadas de la segunda rama del nervio trigémino.