07 Ene Radicales libres
Las fuentes de RL son:
1. La mitocondria resulta la principal fuente de radicales libres.
2. Los peroxisomas, orgánulos de citosol, ricas en oxidasas y que generan H2O2.
3. Loa leucocitos polimorfonucleares neutrófilos, son células claves en la respuesta protectora contra los microorganismos y, además, realizan una función importante en la fisiopatología de la respuesta inflamatoria, al producirse elastas que destruyen los cartílagos. Se activan por diversas proteínas que actúan específicamente sobre ellos (complemento, interleucinas, etc.). Su actividad microbicida se debe, en gran medida, a la capacidad de producir RL.
4. La enzima xantina deshidrogenasa, predominante en los endotelios, normalmente depura las xantinas formando ácido úrico. Cuando pasa a la forma oxidasa (en caso de isquemia, estimulación por Ca2+, etc.), genera el anión superóxido O–2.
Los RL regenerados por el metabolismo normal existen en concentraciones muy bajas y no van lejos de los sitios en donde se forman, debido a que su vida media es corta (unos cuantos microsegundos). Es difícil estudiarlos puesto que sólo aparecen durante cortos periodos. En general reaccionan de forma rápida con otras moléculas. En los últimos años, se ha admitido que tienen un papel importante en diferentes situaciones médicas. El ADN es muy sensible a la oxidación por los radicales libres y éstos podrían jugar un papel importante en las mutaciones que preceden al desarrollo de un cáncer. Esto explicaría que algunos metales de transición como el níquel o el cromo con carcinógenos en ciertas sustancias. También se ha implicado a los radicales libres en al aterosclerosis, las lesiones hepáticas, las enfermedades pulmonares, las lesiones renales, la diabetes mellitus y el envejecimiento. No siempre es fácil determinar si los radicales libres son la causa de un proceso o la consecuencia de algún otro agente casual.
Los factores que incrementan la producción de RL se clasifican en:
· Químicos: Aumento de metales pesados, los herbicidas y pesticidas.
· Xenobióticos: Contaminación atmosférica, componentes del humo de tabaco.
· Fármacos: Adriamicina.
· Físicos: exposición a radiaciones ionizantes y radiaciones ultravioletas (rayos solares) e hiperoxia.
· Orgánicos y metabólicos: Dieta hipercalórica, dietas con poco contenido de antioxidantes, diabetes mellitas, ejercicio extenuante, procesos inflamatorios y traumatismos, fenómeno de isquemia-reperfusión.
En su labor de captación de electrones, los RL dañan las membranas de nuestras células, llegando a destruir y mutar su información genética, facilitando así el camino para que se desarrollen diversos tipos de enfermedades. La acción de los RL está ligada al cáncer así como al daño causado en las arterias por el colesterol “oxidado”, lo que relaciona directamente estas moléculas con las enfermedades cardiovasculares.