17 Dic El pelo
Los anejos de la piel o faneras son las glándulas sudoríparas, las glándulas apocrinas, las glándulas sebáceas , el pelo y las uñas. Estas importantes estructuras se desarrollan en la vida fetal como proyección hacia la dermis de gérmenes celulares de la capa más profunda de la epidermis. Durante el tercer mes de embarazo, estas prolongaciones de la epidermis dan origen a la matriz del pelo, las glándulas sebáceas y las glándulas apocrinas. En el cuarto mes empiezan a aparecer las prolongaciones epidérmicas que dan lugar a las glándulas sudoríparas de la región palmoplantar, seguidas, al quinto mes, por la zona axilar y, a partir de entonces, por el resto del cuerpo. Este ritmo de aparición tiene ulteriormente implicaciones fisiológicas ya que se sabe que el sudor de la región palmoplantar presenta características funcionales diferentes al del resto del organismo.
ESTRUCTURA Y FISIOLOGÍA DEL PELO
Los pelos son estructuras filamentosas inertes formadas por células queratinizadas unidas de un modo muy compacto. Así como son esenciales para la vida de un gran número de animales, en la especie humana su valor biológico ha disminuído y tienen, más que nada, un valor cosmético.
El pelo crece de invaginaciones tubulares de la epidermis llamadas folículos pilosos. Estos folículos, junto con las glándulas sebáceas asociadas constituyen las llamadas unidades filosebáceas.
Los folículos pilosos pueden ser considerados como glándulas holocrinas cilíndricas cuya secreción son cilindros de células queratinizadas. La base de un folículo se engruesa para constituir el bulbo pilosos que se abre para alojar la papila de tejido conjuntivo, a través de la cuel entra el material nutritivo necesario para el crecimiento del pelo. En la parte más profunda del pelo, envolviendo la papila, existe la llamada matriz germinativa del folículo piloso que es donde se origina el pelo. La glándula sebácea se encuentra junto al folículo. El folículo piloso, que se encuentra situado formando un ángulo con la superficie de la epidermis, recibe un haz de fibras musculares que constituyen el músculo erector del pelo, que se extiende desde la superficie de la epidermis a un engrosamiento del folículo situado por debajo de la glándula sebácea. Los músculos erectores del pelo están sometidos a inervación simpática y su estímulo y contracción origina la llamada “Piel de gallina”. El folículo piloso está rodeado por una vaina radicular externa, prolongación hacia abajo de la epidermis en forma de túnel, y una vaiona radicular interna que es una envoltura tubular de células que, a partir de las células proliferantes de la matriz germinativa, se extiende hacia arriba en una parte del folículo separando la raiz del pelo de la vaina radicular externa. La vaina radicular interna está formada por queratina blanda y por gránulos de queratohialina que en esta región recibe el nombre de tricohialina.
El crecimiento del pelo tiene lugar en la matriz, en cuya parte superior las células se diferencian para formar la vaina radicular interna y el pelo propiamente dicho. Las células que suben desde la matriz aumentan en volumen, adquieren una forma fusiforme y empiezan a formar gránulos de tricohialina y, en la zona queratógena, de queratina dura.
A medida que progresan hacia arriba las células del folículo, tres tipos de células se diferencian y se unen firmemente para formar los tres componentes del pelo:
La cutícula
La corteza
La médula
La cutícula es una sóla capa de células translúcidas y aplanadas que se sitúan como escamas formando un tejado con sus bordes libres dirigidos hacia la punta del pelo. Las células de la cutícula se originan en la matriz y se queratinizan en la mitad superior del folículo piloso adhiriéndose fuertemente a la corteza. La corteza, que constituye la mayor parte del pelo deriva de las células corticales de la zona queratógena. La médula situada en el centro del pelo es discontinua, o incluso, ausente en los pelos finos. Sus células no están firmemente unidas y tienen poco contenido en queratina. Las partes de médula llenas de aire dan cierto resplandor al pelo modificando la reflexión de la luz.
Los pelos contienen pigmentos en su corteaza y médula. La melanina origina el pelo negro y marrón. Un pigmento parecido a la melanina es responsable del color rojo. La melanina se distribuye por el córtex y la médula del pelo de un modo uniforme y procede de los melanocitos situados en la papila del pelo.
Los folículos pilosos muestran procesos alternantes de actividad y reposo. En el pelo de la cabeza los períodos activos duran hasta cuatro años siendo relativamente cortos los períodos de reposo. En el hombre el proceso de actividad del pelo es continuo y no suele apreciarse, a diferencia de algunos animales en donde el ciclo alternante es muy evidente.
En el ciclo piloso se distinguen tres fases:
Anágeno
Catágeno
Telógeno
Un folículo piloso en fase de rápido crecimiento es llamado anágeno. A medida que va disminuyendo el período de crecimiento, ces la multiplicación celular en la matriz y el pelo se separa gradualmente de la papila hacia el cuello del folículo. La papila entonces se atrofia. Al folículo en este estado se le llama catágeno. A continuación se produce la fase de folículo telógeno que carece de bulbo y que presenta una longitud de aproximadamente un tercio de un folículo anágeno, llegando sólo hasta la inserción del músculo erector del pelo. Por último, el folículo telógeno vuelve a ser activo, se origina un nuevo folículo en la base del viejo que crece hacia abajo, se restablece la matriz y vuelve a originarse el ciclo piloso.
A lo largo de la vida, los folículos pilosos son modificados por influencias hormonales como las que ocurren durante la pubertad con los situados en las axilas o en la barba de los niños. Del mismo modo, en la calvicie los folículos pilosos se atrofian o se convierten en pequeños folículos que producen un pelo escasamente visible.