El estudio Diógenes, ha demostrado que una dieta alta en proteínas permite mantener con éxito la pérdia de peso.
El aumento de la actividad física es fundamental para el mantenimiento de la pérdida de peso a largo plazo.
Las dietas bajas en carbohidratos tienen ventajas sobre las dietas bajas en grasas para mejorar los niveles de HDL colesterol (el famoso colesterol bueno), a largo plazo. Así podemos asegurar que una dieta baja en hidratos de carbono es saludable para el corazón.
Pero al final, siempre llegaremos a una conclusión, tanto un tipo de dieta hipocalórica, hipocarbonada o hiperprotéica, lo importante es seguir la dieta el tiempo suficiente para que se produzca la pérdida de peso y después se mantenga.