09 Sep ESPINO BLANCO
El espino blanco es un arbusto o arbolito espinoso, de 1 a 2 m de altura. Las ramas son intricadas y las jóvenes son muy poco peludas. La corteza es de color gris claro. Las hojas miden entre 1 y 3.5cm, son lobuladas y tienen entre 3 y 7 segmentos agudos o subobtusos, enteros o dentados en el ápice, y su peciolo mide de 3 a 15 mm.
Las flores tienen 5 sépalos y 5 pétalos, miden de 8 a 16 mm y se hallan agrupadas en ramilletes. Son olorosas, blancas y a veces rosadas, con uno o más estilos, según la especie. Florece de marzo a junio. El fruto es una drupa roja de menos de 1 cm de longitud, ovalado o globuloso, con una o hasta tres semillas, según la especie.
Compuestos principales
La actividad farmacológica y terapéutica del espino albar deriva de un cúmulo de sustancias, siendo la asociación de todas ellas la que produce la acción.
Los principales grupos de principios activos son los que se describen a continuación:
– Proantocianidas oligoméricas.
– Acidos carboxílicos triterpénicos pentacíclicos.
– Esteroles.
– Flavonoides totales.
– Taninos catéquicos.
– Aminas volátiles.
– Purinas
– Aceite esencial
– El fruto también contiene vitamina C, sorbitol, amigdalina, sales minerales de sodio, calcio, potasio, fósforo, manganeso y pectina.
– La corteza contiene ácido palmítico, tánicas, esteárico, mirístico y resínico, alcohol cerílico, materias tánicas, azúcares invertidos, polisacáridos, sales de ácido oxálico y tartárico y esculina.
Acción farmacológica
Se utilizan normalmente las hojas con las flores, aunque al fruto se le atribuyen propiedades similares.
Las principales actividades del espino albar son una acción sedante sobre el sistema nervioso central, una acción sobre el aparato cardiovascular, una actividad espasmolítica sobre la musculatura lisa y una acción tóxica de las flores sobre algunos protozoos.
También se le atribuye una acción de mejora de la función cardíaca. Incrementa la función y el rendimiento cardíaco y disminuye la resistencia vascular periférica, mientras que la presión sanguínea permanece constante. Se han descrito efectos antiarrítmicos.
El espino blanco incrementa la tolerancia del corazón a la deficiencia de oxígeno producida después de una hipoxia.
Reduce la extensión del área necrótica en infarto de miocardio experimental y estimula la revascularización después de isquemia miocardial.
A muy altas dosis muestra efectos sedantes medios. Sin embargo, los efectos cardiovasculares se producen a dosis significativamente bajas.
La acción antioxidante se manifiesta por un efecto protector sobre el corazón, cerebro, páncreas e hígado, frente a la hipoxia inducida experimentalmente.
Indicaciones
El espino blanco tiene varias indicaciones. Se utiliza en casos de insuficiencia cardíaca incipiente, especialmente en insuficiencia coronaria, y en insuficiencia muscular cardíaca ligera, así como en corazones envejecidos que aun no requieren el tratamiento con heterósidos cardiotónicos, en caso de sentir una presión y estrechez en la región cardíaca, y en bradiarritmia ligera.
Antes de utilizarlo, debido a que estos síntomas son muy subjetivos, es necesario asegurarse que los síntomas no tienen una causa orgánica; de forma que es recomendable o utilizar el espino albar en automedicación, y usarlo bajo el control de un facultativo.
Presenta una importante acción terapéutica como regulador cardiovascular y es útil tanto para formas menores de la angina de pecho como para modificar el tropismo cardíaco e hipotensivo, y en ciertas perturbaciones del ritmo.
Se suele utilizar como cardiotónico de mantenimiento, en taquicardia paroxística, e incluso en extrasístoles, coronaritis y arterioesclerosis.
Al ser un vasodilatador periférico, produce un efecto hipotensivo y se puede utilizar en hipertensión arterial de origen neurovegetativa.
Su actividad sedante se manifiesta especialmente en el eretismo o rigidez cardíaca y vascular de los enfermos de arteriosclerosis. Además, disminuye la excesiva emotividad, palpitaciones, insomnio, nerviosismo, ansiedad y en caso de soplidos congestivos de la menopausia. Se ha utilizado también en casos de espasmos vasculares y en distonias neurovegetativas.
Hay que tener en cuenta que una terapia a base de espino blanco es totalmente insuficiente en caso de descompensación cardíaca. Eso sí, constituye un coadyuvante útil de los heterósidos cardiotónicos, de modo que se podrá disminuir la dosis de estos últimos.
Como medida preventiva se recomiendan tratamientos cortos. Sin embargo, en casos de prevención de infarto de miocardio o posteriormente a este, se recomienda prolongar el tratamiento durante bastante tiempo.