BOTIQUÍN NATURAL DE PRIMEROS AUXILIOS



   El botiquín natural de primeros auxilios se presenta como alternativa al botiquín convencional y permite que algunos de los medicamentos más utilizados en percances leves sean sustituidos con eficacia por remedios naturales.
Cortes y heridas
   El primer paso a dar cuando se produce un corte o herida es lavarlo bien con un buen chorro de agua oxigenada, para evitar que se infecte. Después se intenta detener la hemorragia realizando una ligera presión sobre la zona. Los cortes en los dedos suelen ser bastante aparatosos, por lo que en estos casos es recomendable comprimir la herida con un vendaje. Para favorecer la cicatrización, posteriormente y en los días sucesivos se extiende crema de caléndula sobre la zona.
   Las hemorragias nasales también son frecuentes, sobre todo en los niños, como consecuencia de un golpe o debido a su aparición espontánea. Se detienen bien pinzando ligeramente la punta de la nariz con los dedos e introduciendo un trozo de algodón empapado en infusión de corteza de roble. Esta infusión se prepara hirviendo siete cucharadas soperas de planta en medio litro de agua durante diez minutos. Puede hacerse en casa y guardarse bien tapada en un frasco de cristal.
Quemaduras
   En el caso de las quemaduras leves, producidas por el contacto con superficies o líquidos calientes y en aquellas causadas por una excesiva exposición al sol, lo primero que hay que hacer es refrescar la zona con compresas de agua fría, que se irán cambiando según se calienten. A continuación hay que hidratar muy bien la piel para evitar que se reseque en exceso. Si se quiere calmar el dolor, puede recurrirse a las compresas con agua de azahar.
   El aceite de hipérico favorece la curación de las quemaduras leves y las producidas por el sol, reparando además la piel dañada. Resulta muy sencillo de preparar. En un frasco de cristal se ponen 125 gr de planta y encima se vienten 250 cc de aceite de oliva;  el frasco se cierra y se deja macerar al sol unos quince días durante los cuales la mezcla debe agitarse suavemente.
   Pasado ese tiempo el aceite habrá adquirido una tonalidad rojiza; sólo faltará filtrarlo para retirar las flores y estará listo para ser usado. Este preparado habrá de aplicarse sobre las quemaduras con ayuda de una gasa.
   Como alternativa al aceite de hipérico puede usarse también crema de caléndula, una planta con propiedades antiinflamatorias, calmantes y cicatrizantes. La caléndula es muy útil para tratar diversos trastornos de la piel como heridas, picaduras de insectos, quemaduras e irritaciones cutáneas.
Picaduras de insectos
   Si la picadura es de abeja, lo más importante es quitar el aguijón con unas pinzas, a continuación se lava la zona con agua y jabón y se aplica hielo.
   Para las picaduras de mosquitos y avispas los remedios empleados con mayor frecuencia son el ajo triturado, el zumo de limón o el vinagre. El picor remite con unos toques de amoníaco pero hay que usarlo con precaución en los niños y las personas de piel sensible ya que puede producir irritación. Para aliviar la hinchazón y el dolor también es útil la crema de caléndula.
Medusas, fanecas y erizos
   La mayoría de los encuentros fortuitos con las medusas provocan una reacción más o menos urticante que no reviste gravedad. En estos casos se debe lavar bien la zona afectada con agua dulce y retirar los restos de aparato inoculador, si los hay, con una gasa empapada en alcohol. Más peligrosos son los roces, afortunadamente mucho menos frecuentes, con especies como la fragata portuguesa, cuya picadura puede causar desde dolores de cabeza a espasmos musculares, vómitos e incluso trastornos cardíacos, haciendo necesario acudir de inmediato a un centro de urgencias. En cualquier caso, lo más aconsejable es salir del agua cuando haya peligro de medusas, pues no es sencillo esquivar sus largos e invisibles filamentos.
   En otros casos, es muy difícil huir de peces como la faneca brava, que se entierran completamente bajo el fondo arenoso de las playas y pasan totalmente desapercibidos…hasta que se pisan. Cuando ello ocurre inoculan un líquido venenoso que se halla en las espinas de su aleta dorsal, causando un dolor intenso acompañado de edema e incapacidad para mover la zona afectada. El remedio de urgencia es aplicar calor e intentar sacar el aguijón, ya que el dolor no cesará hasta haberlo extraído. Por último, hay que desinfectar bien la piel con agua oxigenada y, si es necesario, acudir al médico.
   En cuanto a los erizos, éstos poseen espinas muy frágiles que suelen romperse al pisarlas, quedando dentro de la piel. Si no se extraen de inmediato resulta casi imposible hacerlo más tarde, por tanto, es necesario buscar las pinzas en el boquitín y mientras tano andar sin apoyar el pie en el suelo. Una vez extraída la mayor parte de las espinas posibles, hay que lavar y desinfectar la zona; si quedan algunas dentro, habrá que acudir a un médico para tratarlas. Las cataplasmas de corteza, en estos casos, pueden proporcionar un gran alivio.
Contusiones
   El alcohol de romero es ideal para aliviar los malestares y dolores causados por contusiones, torceduras y golpes en general. Aunque puede comprarse en la farmacia, resulta muy sencillo prepararlo en casa. Simplemente se añade un buen puñado de hojas de romero a un litro de alcohol de 90 grados y se deja macerar en un frasco durante tres semanas. Pasado este tiempo, la mezcla se filtra o, si se prefiere, se dejan las hojas dentro de la botella.
   Por lo general, se usan sólo unas pocas gotas para dar friegas en la zona dolorida, tras lo cual se experimenta un gran alivio.
   Hay que recordar que el alcohol de romero es rubefaciente, es decir, provoca un mayor aporte sanguíneo en la zona de aplicación, por lo que es normal que la piel enrojezca levemente tras su aplicación.
   El árnica es otra planta que se puede incluir en el botiquín natural, teniendo la precaución de alejarla del alcance de los niños –una medida, por otro lado, aplicable al resto de los componentes, pero muy particularmente a éste, ya que es una planta altamente tóxica por vía interna-. En uso externo tampoco resulta totalmente inocua, ya que los derivados de la helanina que contiene pueden causar reacciones alérgicas en la piel. Sin embargo, correctamente utilizada –nunca sobre herida abierta-, es uno de los remedios naturales más rápidos y eficaces que se conocen para el tratamiento de fracturas, luxaciones, contusiones y hematomas, especialmente si se aplica con rapidez. Como esta planta ha de emplearse diluida, se añadirá al alcohol de romero preparado anteriormente (por ejemplo, en un frasco de 100ml de alcohol de romero se incorporarán 10 ml de tintura), y con la mezcla se harán fricciones en la zona de la contusión. En días sucesivos, y como complemento al tratamiento, puede utilizarse crema de árnica para aliviar el dolor y controlar la inflamación.
Trastornos digestivos
   La popular manzanilla es la planta más indicada para las digestiones lentas y pesadas, flatulencia, indigestión, dolor de estómago y náuseas. En estos casos debe tomarse una infusión antes –mejor que después- de las comidas. Si lo que se presta a amargarnos las vacaciones son vómitos o diarreas, no habrá más remedio que resistir la tentación de comer otra cosa que no sea arroz hervido, zanahoria, agua de arroz o manzana cruda, y beber mucho líquido para evitar la deshidratación. También puede prepararse una bebida remineralizante a base de agua azucarad, zumo de limón, una pizca de bicarbonato y otra de sal.
Fiebre y dolor de cabeza
   Junto con el paracetamol, podemos incluir en el botiquín algunos analgésicos naturales. En realidad, se trata más bien de plantas con acción sedante ligera, como la tila, melisa o manzanilla. Una infusión preparada con una mezcla de las tres proporciona, además de un agradable sabor, la tranquilidad necesaria para conciliar un sueño reparador.
   En caso de fiebre es mejor acudir al médico, para que evalúe la necesidad de tratamiento; si es excesiva, remedio natural consiste en aplicar compresas de agua fresca sobre la cabeza y los hombros, que habrá que cambiar según se vayan calentando.
Astillas “rebeldes”
   Las astillas que se clavan en la piel, si molestan, pueden extraerse con unas pinzas desinfectadas con alcohol, una vez se ha lavado bien la zona. Si no se puede, es preferible no insistir para no dañar la piel y probar un remedio menos invasivo. Se trata de hacer una cataplasma con corteza de olmo pulverizada y mezclada con agua caliente, de manera que se obtenga una pasta; ésta se envuelve en una gasa y se coloca sobre la astilla, bien cubierta y sujeta con un esparadrapo. La cataplasma ha de renovarse periódicamente cada pocas horas, hasta que la astilla haya salido.
Mareos en el coche
   La mejor forma de prevenir estos mareos es no leer mientras el coche está en marcha y procurar no torcer el cuello. Mirar hacia delante y respirar profundamente con la ventanilla abierta es una forma de evitar este trastorno.
   Otra forma de eludirlos es huir de las comidas abundantes y tomar, si se puede, una cucharadita de raíz de jengibre en polvo. Si aún así sobreviene el mareo durante el viaje, es mejor y más efectivo chupar un trozo de limón que un caramelo.
Dolor de muelas
   El siguiente preparado puede hacerse en casa y utilizarse para hacer enjuagues en caso de dolor de muelas. Se toman cinco gramos de hojas de orégano, otros tantos de hojas de tomillo y la misma cantidad de hojas de romero, y se dejan macerar durante diez días en un frasco de cristal con un cuarto de litro de alcohol de 90 grados. Transcurridos ese tiempo se filtra el preparado, se rellena con alcohol hasta completar la cantidad inicial y ya está listo para usar. Los enjuagues deben realizarse manteniendo el líquido en la boca el mayor tiempo posible.
Irritación ocular y conjuntivitis
   Las causas que provocan una conjuntivitis son muy diversas: alergia, sustancias irritantes, exposición prolongada al sol sin protección, el agua de las piscinas o algunos tipos de virus. El remedio más sencillo para aliviar las molestias que ocasiona (lagrimeo, escozor, picor) es lavar los ojos con agua hervida templada y con un poco de sal. La Eufrasia, una planta muy valorada en la medicina popular, es rica en taninos, gracias a los cuales es capaz de secar la excesiva humedad o mucosidad típica de algunas inflamaciones oculares, por lo que suele dar buenos resultados en las conjuntivitis. La infusión se puede aplicar sobre los párpados en forma de compresas, pero resulta aún más eficaz en baños oculares. Para tal fin pueden adquirirse en las farmacias y herbolarios unas bañeritas especiales que se llenan con la solución elegida- infusión o agua hervida, siempre tibias-. Con el fin de lograr una buena limpieza y que el preparado haga su efecto, es necesario abrir el ojo en el interior de la bañera.
Úlceras en la boca
   Estas pequeñas úlceras o heridas en la mucosa oral son bastantes molestas y suelen, además, tardar bastante en cicatrizar. Escuecen al contacto con muchos alimentos, por lo que es preciso secarlas cuanto antes mejor.
   Para desinfectar estas úlceras y acelerar su curación puede ser útil hacer enjuagues con una infusión de corteza de roble, dos o tres veces al día, hasta que la herida desaparezca.