Dermatitis seborreica

La dermatitis seborreica es una afección crónica, inflamatoria y recidivante frecuente, caracterizada por manchas eritematosas y escamosas que comprometen las áreas seborreicas de la piel como la cara, pecho, región superior de la espalda, cuero cabelludo y región retroauricular. Las áreas seborreicas corresponden a las zonas de la piel ricas en glándulas sebáceas de gran tamaño.   Cursa con brotes y períodos asintomáticos.  A pesar de su nombre  la dermatitis seborreica no está asociada necesariamente a una secreción de sebo excesiva (seborrea), pero  el sebo interviene en la patogenia de esta enfermedad.
La dermatitis seborreica  también se denomina eccematide ya que las lesiones se parecen a las del eccema en cuanto al enrojecimiento y la descamación, pero se diferencian por la ausencia de vesículas, exudación o  costras (eccema seco). Las lesiones no pican.
Además de la predisposición genética que condiciona en algunos casos la transmisión hereditaria de la dermatitis seborreica, existen factores desencadenantes entre los que se destacan:

  • Estrés
  • Déficit de vitamina B
  • Afecciones neurológicas como la >enfermedad de Parkinson, traumatismo craneal y accidente cerebrovascular.
  • Infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)
  • Afecciones cardiovasculares como la enfermedad coronaria
En relación a las enfermedades asociadas, hay que destacar que la dermatitis seborreica puede ser la primera manifestación en pacientes VIH (+), en quienes  se presenta con lesiones muy inflamatorias, extensas y cuya evolución suele ser más recalcitrante, con variable respuesta a los tratamientos tópicos.  Es importante entonces que ante el diagnóstico de  dermatitis seborreica se investigue acerca del HIV.  En estos pacientes la dermatitis seborreica puede mejorar con la terapia antirretroviral.

La dermatitis seborreica se produce a partir de la influencia de agentes externos bacterianos, parasitarios y/o micóticos. Se le adjudicada un rol patogénico al Pityrosporum ovale (Malassezia), hongo lípido- dependiente que habita la piel en forma saprófita (no patógena), pero que bajo condiciones de mayor seborrea  se activa, alimenta del sebo y comienza a proliferar, produciendo inflamación y descamación.

Si bien no hay correlación entre la cantidad de P. ovale y la severidad de la dermatitis seborreica, la eficacia terapéutica de los agentes antifúngicos tópicos fundamenta su participación.  El componente inflamatorio de las lesiones podría ser mediado por metabolitos fúngicos correspondientes a ácidos grasos libres, liberados a partir de los triglicéridos sebáceos.  La membrana lipídica de la Malassezia podría modular la producción de citoquinas proinflamatorias por los queratinocitos.