LAS ARRUGAS

Las arrugas fueron objeto de numerosas clasificaciones. Para simplificar las podemos distinguir entre las siguientes:

  • Las arrugas finas que son un arrugamiento de la piel. Son primeramente malares e infraorbitales, episódicas, luego permanentes. Trasuntan alteraciones dérmicas superficiales y epidérmicas.
  • Las arrugas de expresión aparecen muy temprano en la vida. Son causadas por una contracción muscular subyacente: arrugas frontales horizontales, arrugas glabelares llamadas “de león”.
  • Las arrugas en pliegue de acordeón están situadas sobre todo en las mejillas. Como su nombre lo indica, la piel parece demasiado extensa para la superficie a recubrir, al palpar parece poder deslizarse sin acarrear con ella las estructuras subyacentes. A veces, estas estructuras existen según dos orientaciones y crean una red que puede llegar, cuando es densa y extensa, al aspecto de “piel de iguana del desierto”. Estas arrugas son consecuencia de lesiones dérmicas profundas con atrofia dérmica y a veces hipodérmica.
  • Los pliegues no son arrugas. Están ligados al efecto de la pesadez sobre la envoltura dérmica y a un relajamiento muscular, surco nasogeniano, pliegues comisurales, arrugas horizontales del nacimiento de la nariz, pliegue palpebral superior que se prolonga hacia el exterior en la “pata de gallo”.