INTOLERANCIAS ALIMENTARIAS

Surgery team operating in a surgical room

Las reacciones anormales a los alimentos de clasifican en tóxicas y no tóxicas. Las reacciones no tóxicas se dividen, a su vez, en reacciones alérgicas inmunes y en reacciones no alérgicas no inmunes. Estas últimas son las que médicamente se conocen como intolerancias alimentarias, y pueden ser el resultado de déficits enzimáticos (por ejemplo, de lactosa) o bien de la presencia de sustancias químicas o de aditivos en los alimentos.

Las reacciones alérgicas inmunes son procesos inmunológicos complejos, que pueden estar mediado tanto por anticuerpos inmunoglobulinas E (IgE) como por inmunoglobulinas G (IgG), específicas frente a los antígenos (proteínas) de los alimentos. Las reacciones mediadas por IgE son las alergias alimentarias propiamente, y aquellas mediadas por IgG se conocen como hipersensibilidad alimentaria (popularmente conocidas como intolerancias alimentarias).

Entre el 20% y el 35% de la población presenta efectos derivados de una hipersensibilidad alimentaria.

Las características y diferencias de estos dos tipos de reacciones alérgicas inmunes a los alimentos son:

  • Alergia alimentaria: Se trata de una reacción inmune aguda y rápida, mediada por anticuerpos IgE, y con una clara relación causa-efecto. La clínica puede ser generalizada y/o localizada, y puede llegar a ser muy grave (por ejemplo, shock anafiláctico).
  • Hipersensibilidad alimentaria: Se trata de una reacción inmune retardada, mediada por anticuerpos IgG, y sin una clara relación causa-efecto. La clínica es muy diversa, moderada y de tipo crónico, lo que dificulta mucho su diagnóstico.