DIETA MEDITERRANEA: SALUD Y BELLEZA FACIAL

Se ha constatado que el aumento en el consumo de los principales nutrientes de esta dieta (aceite de oliva, frutas, verduras…) se asocia a una menos prevalencia de signos de envejecimiento cutáneo como la apariencia arrugada, piel seca o la atrofia cutánea, así como en mejoría en el tono y color de la piel. La ingesta de estos alimentos proporciona una protección frente al fotoenvejecimiento cutáneo, obteniendo así efectos benéficos, mensurables y perceptibles, sobre la apariencia de la piel.

La dieta mediterránea se ha asociado con una reducción significativa de la mortalidad por enfermedades crónicas y es una de las principales armas contra la obesidad.

Además de muchos beneficios estudiados, también se ha visto que un aumento en el consumo de los principales alimentos de la dieta mediterránea, proporciona una protección frente al envejecimiento cutáneo, especialmente, el fotoenvejecimiento. Los alimentos y nutrientes que pueden compensar el daño actínico (fotoenvejecimiento), incluyen aquellos que son “oxidables”, “antioxidantes” o indirectamente influencian estos mecanismos.

La dieta mediterránea a parte de proporcionar mejorías en la estética facial podrían ser utilizadas como herramienta motivacional para incentivar a la población a realizar hábitos alimentarios saludables, reforzando los efectos beneficiosos de la dieta mediterránea en la salud, la calidad de vida y el envejecimiento sano, manteniendo así, una piel sana “in corpore sano”.