Uso de las mascarillas

o          ¿Hemos perdido hidratación en el rostro debido a las mascarillas?

“La fricción constante con la mascarilla, el exceso de humedad y el incremento de temperatura en la zona facial han sido algunas de las causas desencadenantes de problemas como irritación, rojeces, deshidratación, desequilibrio en la microbiota, alteraciones en la producción de sebo, acné, poros dilatados, etc”. Los principales problemas que el uso de las mascarillas presentan es el roce en las zonas de más presión; en concreto, las mascarillas quirúrgicas afectan más a la zona que se encuentra detrás de las orejas y las mascarillas FPP2 a nivel de la nariz y la zona malar.

Por muy útil que sea, el uso de la mascarilla puede provocar rozaduras en la piel del puente de la nariz, la barbilla, las mejillas e incluso detrás de las orejas. Algunas personas desarrollan picor o sarpullido. Las condiciones de sudor o humedad bajo la mascarilla pueden provocar brotes de acné y otros problemas de la piel.

  • ¿Qué solución tenemos para solucionarla?

Mantener el rostro limpio e hidratado va a ser crucial para el éxito del tratamiento, además de utilizar productos específicos formulados con texturas ligeras y frescas que se mimeticen con la piel y refuercen la bicapa lipídica”. Para evitar lesiones cutáneas en estas áreas es clave mantener la hidratación de la piel tras haber usado el equipo de protección y utilizar jabones indicados para pieles intolerantes o limpiadores sin jabón. Adopta una rutina regular de cuidado de la piel. Limpia e hidrata tu cara antes y después de usar la mascarilla. Elige productos etiquetados como “no comedogénicos”, lo que significa que no obstruirán los poros de la piel.

  • Cuidados en casa para mantenerla

La limpieza va a ser fundamental, no sólo para desmaquillar sino para eliminar residuos, restos de sudor e incluso contaminación. En la rutina de noche, lo ideal es realizar una doble limpieza facial, usando en primer lugar un producto de limpieza de base acuosa u oleosa (aceites desmaquillantes, aguas micelares) que no necesitan aclarado y, en segundo lugar, aplicar un producto limpiador bajo agua (tibia), que respete el pH de la piel, sea syndet (sin tensioactivos agresivos), y/o sin jabón. Tras la limpieza, deberíamos usar agua termal como tónico. Y, los productos que se apliquen sobre algodón o disco, deben ser usados sin hacer “arrastre”. Sin embargo, en la rutina de limpieza de día, con usar el limpiador bajo agua y el agua termal sería suficiente.

Las mascarillas o tapabocas se han convertido en el símbolo por excelencia de la “nueva normalidad” impuesta por el coronavirus, pero nuestra piel apenas empieza a acostumbrarse a ellas.

Desde que comenzó la pandemia, su uso se ha extendido por países de Occidente en los que hasta ahora era completamente ajena, y uno de los efectos de su uso continuado es lo que se conoce “maskne”, o “acné por mascarilla”.

Su término técnico es acné mecánico y también se le conoce como“acné del deportista” o “de fricción”porque es el resultado de la fricción mecánica de un tejido contra la piel, y es usual en deportistas.