04 Jan Tratamiento de la gota
En el tratamiento del ataque agudo de gota, debe emplearse colchicina, vigilando los efectos secundarios gastrointestinales, y en caso de que aparezcan debe suspenderse la colchicina que también se puede administrar intravenosa o recurrir a otros medicamentos como la indometacina.
El alopurinol reduce la hiperuricemia pero debe ajustarse la dosis en cada paciente. Si hay malestar gastrointestinal o hepatotoxicidad, debe reducirse la dosis. Ante la primera manifestación de prurito o erupción cutánea, debe suspenderse el tratamiento con alopurinol y administrar otro úricosúrico. El paciente gotoso debe abandonar la ingesta de alcohol que agrava la enfermedad. Si excreta arenillas de uratos debe tomar alopurinol que protege al riñón de la formación de cálculos renales.
A largo plazo se controla el dolor articular con colchicina y antiinflamatorios, como la indometacina. La hiperuricemia asintomática solo se trata si los niveles exceden los 12 mg por dl o si pasan de 8 mg por dl, con antecedentes familiares de gota.