22 Sep Restitución de volumen facial entre géneros
Existen muchas diferencias anatómicas complejas entre géneros. Se ven tanto en el aspecto muscular como en el esqueleto y se traducen clínicamente en las áreas de enfoque durante el aumento facial con fillers. El esqueleto de un hombre es más grande, sus superficies más rugosas y los contornos más angulares por naturaleza. El esqueleto de una mujer tiene un cigoma y un arco cigomático más pronunciados. Los músculos de un hombre también son más gruesos que los de una mujer.
Tercio superior: El tercio superior lo constituye la frente, que incluye el complejo glabelar, las cejas y las sienes. En el caso de las cejas, el aumento en las mujeres se realiza inyectando el área sobre la ceja. Esto provoca una elevación de las cejas que se considera atractiva. Para los hombres, esa apariencia puede ser feminizante, y por lo tanto, la inyección debe realizarse más abajo, para realzar la prominencia esquelética. La glabela y las sienes se inyectan de la misma manera en ambos sexos, aunque esta última se inyecta con mayor frecuencia en las mujeres.
Tercio medio: las principales diferencias entre los géneros se observan al inyectar un filler voluminizador, siendo la diferencia principalmente en el área del cigoma y de la parte media de la mejilla. De hecho, la prominencia cigomética es atractiva en las mujeres y se debe potenciar cuando sea necesario, mientras que debemos evitarla en el caso de los hombres, focalizándose en la parte media de la mejilla. Un menor volumen en la mejilla media suele ser u rasgo masculino, causado por el efecto de la testosterona. Esta área tiende a desinflarse principalmente como resultado del ejercicio intenso y la pérdida de peso. Este es el principal punto de inyección en los hombres. La inyección en el surco lagrimal puede no ser necesaria en hombres, pero es un procedimiento muy demandado en mujeres. Esto proporciona un aspecto más convexo que es atractivo, mientras que una característica esquelética más angular es un rasgo masculino.
Tercio inferior: el tercio inferior es donde las principales diferencias son más evidentes y debemos tener mucho cuidado, ya que masculinizar a una mujer es más fácil que feminizar a un hombre si las inyecciones se realizan deficientemente. En lo que se refiere al ángulo de la mandíbula, en los hombres, son más angulosas y esto se puede mejorar mediante inyecciones para crear un ángulo recto más fuerte. También se puede realizar la inyección de masetero. Por el contrario, este procedimiento debe realizarse con cuidado en las mujeres, ya que puede conducir a una mandíbula muy muscular. El ángulo en las mujeres es más obtuso y más amplio. En cuanto a los labios, aunque no se realiza habitualmente en hombres, deben inyectarse mínimamente para logar una forma natural sin mueca, más deseada por las mujeres.