09 Apr Genética de la obesidad
El componente hereditario la obesidad se comenzó a valorar en las primeras décadas del siglo XX, pero únicamente en los últimos años se ha empezado a disponer de datos objetivos sobre los posibles genes involucrados en el desarrollo de esta patología.
Diversas investigaciones, utilizando diferentes protocolos y metodologías, han permitido identificar hasta el momento 127 genes y más de 600 regiones cromosómicas implicados en la obesidad, de forma que entre el 40 y el 70% de la variación en los fenotipos de la obesidad pueda estar mediada genéticamente.
La coexistencia de la obesidad en varios miembros de una misma familia reafirma el papel de la herencia genética en la incidencia de la obesidad. De hecho, cuando los padres son obesos, la probabilidad de que los hijos también lo sean se ha estimado en algunos estudios en un porcentaje entre el 50% y el 80%. El hallazgo de individuos dentro de una misma familia con modificaciones metabólicas, alteraciones en la termogénesis, en el metabolismo basal o en la activación simpática corrobora esa hipótesis, así como el hecho de que factores genéticos pueden modificar los efectos de la actividad física sobre el peso y la composición corporal.
La predisposición genética involucrada en la regulación y el mantenimiento del peso corporal estable puede actuar a través de diferentes procesos y vías metabólicas tales como:
1.-El control de síntesis y acciones de péptidos y monoaminas implicados en la regulación del apetito
2.-Las variaciones individuales en la respuesta del metabolismo basal, efecto térmico de los alimentos o actividad física espontánea
3.-La eficiencia de la utilización metabólica de nutrientes energéticos para cubrir las demandas del organismo
4.-La regulación de la adipogénesis.
Asi, algunos de los posibles mecanismos a través de los cuales la susceptibilidad genética podría estar actuando incluyen bajas tasas de metabolismo basa y de oxidación de macronutrientes, alteraciones de adipogénesis y desequilibrios en el apetito. Además, otros factores como el perfil hormonal, el gasto energético dependiente del ejercicio y el termogénesis podrían estar implicados en estos procesos, con incidencia en una excesiva ganancia de peso.