Dermatitis atópica y piel seca

En la dermatitis atópica la primera causa de prurito es la piel seca, debida a alteraciones estructurales de la barrera cutánea, genéticamente determinadas. Secundariamente al rascado, los alérgenos que entran en la piel condicionan la aparición del eccema propiamente dicho (eritema, vesículas), que también predispone al prurito.
Además hay un aumento de fibras nerviosas sensitivas y mastocitos en la piel, y liberación de citoquinas. 
En el  tratamiento del prurito de la dermatitis atópica es clave el tratamiento de la piel seca mediante el uso de emolientes y humectantes con ceramidas, ácidos grasos, aceites omega, avena, urea, ácido láctico; se asociarán otras medidas como el uso de jabón de avena o syndet durante la ducha, ropa de algodón. Los esteroides tópicos en crema, emulsión o espuma contribuyen a calmar el prurito, así como los inmunomoduladores tópicos (tacrolimus, pimecrolimus). Por vía oral se emplean antihistamínicos. 
Piel seca
La piel seca es la expresión clínica de una alteración de la barrera cutánea y representa una causa de prurito generalizado muy frecuente. Hay situaciones donde la piel seca como causa de prurito es más común, como en el caso de la vejez, la menopausia, fotoenvejecimiento, la dermatitis atópica y las ictiosis.
La piel seca se presenta como una piel áspera, cubierta con escamas blanquecinas finas, pérdida de la elasticidad; empeora en invierno, por la calefacción, lavados excesivos, uso de detergentes, agua caliente.
El tratamiento de la piel seca contribuye decididamente en la mejoría de muchos pruritos generalizados. Para ello se proponen hidratantes y emolientes, con aceites, vaselina, ácido láctico, urea, lactato de amonio, ceramidas, ácidos linoleico y linolénico. Otras medidas son: reducir el agua y jabón, emplear jabones con avena o syndet, acortar el tiempo de la ducha.

Los esteroides tópicos son de relativa utilidad, así como los antihistamínicos.
 La piel es un órgano complejo cuya integridad es fundamental para la salud humana. Su superficie es de 2 m2 en el adulto y representa el 12 a 15 % del peso corporal total. Está integrada por un sistema de tejidos que cumplen diferentes funciones tales como termorregulación, hidratación (queratinización), inmunológica, metabólica y fotoprotección (síntesis de melanina), entre otras.