El perfil en medicina estética

La frente no influye sobre el perfil más que por su saliencia respecto a la nariz, en el nasión. El envejecimiento causa suficientes desarreglos nasales para que justifiquen una intervención estética. La nariz se alarga cuando la persona envejece. Algunos proponen una rinoplastia reductora, acompañada de un lifting.
Los defectos originales de la nariz varían por su exceso de largo, ancho, volumen y curvatura. Se pueden solventar con infiltraciones las pequeñas anomalías socavadas que perturban el perfil. Otro caso serían los defectos post-traumáticos y por último tendríamos los defectos post-envejecimiento, que contribuyen al endurecimiento de los rasgos.
El nasión y el arete nasal pierden su fino acolchamiento, y en consecuencia se acentúa el arco de la nariz y se hace más visible la unión cartilaginosa entre las porciones alar y septal.  Se cierra el ángulo nasolabial y baja la punta de la nariz, que se hace más visible al disminuir el volumen del labio. Todas las anomalías se deben a una involución tisular.
Cuando se inyecta un relleno, intentamos simplificar al máximo la línea de la cresta, rellenando delicadamente las depresiones para emparejarlas. Volvemos a dar volumen hacia delante del acantión, para abrir el ángulo nasolabial y elevar los cartílagos alares que hacen que mejore la proyección de la punta nasal.
Las fotografías se deben tomar con fondo oscuro para ver con más contraste el perfil y así poder detectar pequeños cambios. La anestesia en crema antes del procedimiento no es imprescindible.
Se inyectan cantidades mínimas de ácido hialurónico o hidroxiapatita cálcica. También se inyecta el gel de poliacrilamida, Bioalcamid.
Sobre el arete nasal, la inyección suele ser lineal; se pinza la piel previamente para introducir la aguja de forma vertical. Sobre el acantión, la inyección es profunda en dirección a la espina mandibular inferior, es una inyección muy localizada y se llega a hueso.
No podemos olvidar la relación por otro lado de la nariz con el macizo labial. Cuando la boca es insuficiente, lo es el soporte dentario y/o el volumen labial. El envejecimiento produce una retracción labial. El labio superior está directamente asociado con la nariz y el inferior con el mentón. El aumento de volumen en el macizo labial debe tener siempre una contigüidad de los dientes.
La medicina estética corrige las anomalías cutáneo-mucosas de la boca, armoniza volúmenes y alisa los labios. Se rellena toda la altura de la cara interna vestibular de los labios. El perfil del labio inferior debe estar a plomo con el superior o ligeramente retraído.
Respecto al mentón: un mentón imponente en exceso sugiere autoridad y virilidad y un mentón retraído, debilidad y sumisión. En el envejecimiento se produce un cerramiento del ángulo labio-mentoniano, por una retracción por encima del pogonión. Aparece el pliegue mentoniano debido a la retracción, por una importante disminución de tejido.

La insuficiencia del mentón se trata quirúrgicamente con una prótesis mentoniana o una transposición mandibular avanzante. También se puede inyectar productos durables de forma profunda. El músculo mentoniano se trata con toxina botulínica inyectada de forma profunda.