El equilibrio de los músculos faciales

¿Porque cambia la respuesta respecto al tratamiento con toxina botulínica de unos pacientes respecto de otros?
Incluso médicos con amplia experiencia en el uso de la toxina botulínica, exponen que obtienen diferentes resultados con un mismo tratamiento en unos pacientes que en otros. Usando las mismas dosis de producto y los mismos sitios de inyección se obtienen resultados diferentes de unos pacientes respecto de otros.
Tenemos diferentes modos en el tratamiento con toxina botulínica, según la profundidad de la inyección. Se puede administran en inyecciones profundas para bloquear el movimiento del músculo y tratar las arrugas más marcadas o en inyecciones superficiales para las líneas finas y

mejorar la textura de la piel.

Aprendiendo de la parálisis facial
Cuando una persona padece parálisis facial suele ser unilateral y el lado sano aparece como hiperquinético o hipertónico. Con un mejor entendimiento de la anatomía facial, podemos depurar la técnica de inyección para conseguir los mejores resultados.
El equilibrio de los músculos faciales
La expresión facial está controlada por el balance entre los músculos elevadores y los músculos depresores faciales.
Ningún músculo trabaja aislado porque la mayoría interaccionan y están entrelazados entre sí, y esto debemos tenerlo en cuenta cuando aplicamos un tratamiento con toxina botulínica.
El músculo frontal es el único músculo elevador del tercio superior del rostro. Es un músculo extenso que se extiende verticalmente y se inserta  por abajo profundamente en la piel en la zona medial e interna de cada ceja. Cuando el músculo frontal se contrae, la frente y las cejas se mueven hacia arriba, y aparecen las líneas horizontales de la frente.
Los músculos depresores del tercio superior del rostro son el procerus, el corrugador, el orbicular de los ojos y el depresor superciliar. El músculo procerus es una extensión del músculo frontal. La contracción de este músculo baja la cabeza de la ceja y produce líneas horizontales en la base de la nariz, y también puede producir en parte las líneas de conejito, en su parte más baja junto al músculo nasal.
Encima de cada ojo y debajo del frontal tenemos el músculo corrugador, el procerus y parte del músculo orbicular. La contracción del corrugador empuja la cabeza de la ceja hacia abajo y hacia dentro y forma las arrugas verticales de la zona de la glabela.
La contracción del músculo orbicular empuja hacia abajo la parte media de las cejas y es responsable de la formación de las líneas de la sonrisa o también llamadas patas de gallo, que aparecen de forma radial desde el ángulo externo de cada ojo.

En el tercio medio del rostro, los músculos elevadores son el músculo elevador del labio superior y ala nasal, que tira hacia arriba del labio y dilata los orificios nasales; el elevador del labio superior que sube el labio superior y el músculo cigomático menor que tira del labio superior hacia arriba y hacia fuera. El músculo cigomático mayor tira del ángulo de la boca hacia fuera y hacia arriba y el músculo risorio tira lateralmente de la comisura bucal. La contracción de estos músculos producen unas líneas en la mejilla, hacia afuera y hacia arriba