El Cinc en el embarazo, y en la edad avanzada

EMBARAZO

            El Zn es esencial para el crecimiento y el desarrollo normal. Los requisitos de Zn aumentan durante el embarazo. Se han documentado efectos adversos sobre la deficiencia de Zn en animales experimentales, como se ha descrito anteriormente en este capítulo. Los estudios realizados con macacos proporcionan información acerca del efecto de una deficiencia marginal de Zn sobre el rendimiento en un modelo de primates.
            En los seres humanos, el aumento total de Zn necesario durante el embarazo es bajo, de aproximadamente 1,5 mmol (100 mg) o una demanda adicional de 9 mmol (0,6 mg) de Zn al día durante la última parte de la gestación. Las mujeres no parecen aumentar sus ingestas de Zn durante el embarazo. La RDA es de 0,23 mmol (15 mg) de Zn al día. La ingesta diaria media permanece constante a casi 0,15 mmol (10 mg). Si las mujeres no aumentan sus ingestas de Zn, debe conseguirse una liberación adecuada de Zn al feto en desarrollo por el ajuste en la utilización de Zn. Los estudios no han podido demostrar una mejora de la absorción de Zn durante el embarazo en humanos. No se han medido las pérdidas de Zn fecal endógeno en las mujeres embarazadas, pero las pérdidas de Zn en orina aumentan en las últimas fases del embarazo después de una pequeña reducción en el primer trimestre. En las últimas fases del embarazo, la concentración de Zn circulante es aproximadamente un 15 a un 35% menor en las mujeres embarazadas que en las mujeres no embarazadas. Las reducciones se producen en el primer mes de gestación, se estabilizan en el segundo trimestre y después se reducen adicionalmente en el tercer trimestre. La reducción del Zn en plasma puede atribuirse a la expansión del volumen plasmático, a la absorción fetal y a los ajustes hormonales en la distribución del Zn lábil o disponible nutricionalmente de la circulación a otros tejidos tales como el hígado.
            En 1976, Jameson observó que una reducción del Zn en el suero materno estaba asociado con malformaciones congénitas, inmadurez fetal, parto prematuro y complicaciones maternas en mujeres por lo demás sanas. Este informe provocó una investigación adicional para examinar la relación entre el estado del Zn y los resultados del embarazo. Los estudios humanos indican que algunas mujeres embarazadas que dan a luz niños con anormalidades congénitas usaban Zn de forma diferente que las mujeres que daban a luz niños sanos. Varios grupos notificaron que las madres de niños con anomalías congénitas tenían menores concentraciones de Zn en plasma que otras madres. La deficiencia de Zn se ha implicado específicamente en el desarrollo de dos defectos del tubo neural, anencefalia y espina bífida. La asociación del Zn en plasma con las malformaciones congénitas no implica causa. Quizás, el estado de Zn simplemente varía y refleja los factores causales reales pero desconocidos o quizás la asociación entre el Zn y las anomalías congénitas refleja una utilización del Zn deficiente o ineficaz. No se han realizado ensayos doble ciego del suplemento en mujeres antes de la concepción y con suficiente potencia estadística para detectar diferencias.
            El retraso de crecimiento intrauterino también se ha asociado con una deficiencia en el estado de Zn durante el embarazo. Los lactantes con un bajo peso en el nacimiento o los que son pequeños para la edad gestacional han nacido de mujeres con bajos niveles de Zn circulante o leucocítico. Sin embargo, otros estudios demuestran la relación opuesta, es decir, un aumento del Zn en plasma y bebés pequeños. En tales casos, la transferencia de Zn desde la madre a la circulación del feto puede ser inadecuada. Muchos de estos estudios no controlaron otros factores que influían sobre el peso de nacimiento, tales como el hábito de fumar de las madres o el aumento de peso gestacional.
            La morbididad materna asociada con una deficiencia en el estado de Zn incluye un parto prolongado, una hemorragia atónica y un parto fuera del término normal. Un aumento de la incidencia de hipertensión inducida por el embarazo también se ha asociado con una deficiencia del estado de Zn materno o una reducción de la ingesta de Zn. Sin embargo, los resultados no han sido consistentes.

EDAD AVANZADA

            La ingesta media de Zn por la población de edad avanzada en los Estados Unidos es menor de los dos tercios de la RDA para el Zn. El análisis del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos de 1977 (USDA) de vigilancia sobre el consumo de alimentos demostró que los hombres y mujeres con más de 75 años de edad consumían un 26 y un 15% respectivamente menos energía diaria que la población joven media (de 23 a 34 años de edad). Además, los hombres y mujeres con más de 75 años ingerían un 31 y 17% menos respectivamente de carne, pescado o aves que los adultos jóvenes. Estas diferencias en la cantidad y tipos de alimentos consumidos probablemente daba respuesta a las menores ingestas medias de Zn notificadas para la población de edad avanzada. Una recopilación de 17 estudios diferentes indica que los individuos de edad avanzada seleccionan dietas que proporcionan de 7 a 11 mg de Zn al día o del 47 al 73% de la RDA para hombres. Esto no implica que los americanos de edad avanzada tengan ingestas de Zn insuficientes, pero pueden tener riesgo de deficiencia si están presentes otras condiciones que perjudiquen la utilización del Zn.
            El riesgo de deficiencia de Zn en la población de edad avanzada puede verse incrementado por diversos factores, particularmente una menor capacidad de absorber el Zn, la mayor probabilidad de estados de enfermedad que alteran la utilización de Zn, el uso de fármacos tales como diuréticos que aumentan la secreción de Zn en orina y el consumo de fibra, calcio o suplementos de Fe, que pueden alterar la biodisponibilidad del Zn.
            La evaluación del Zn en la población de edad avanzada se confunde por los efectos de la propia edad sobre indicadores funcionales y estáticos del estado. Los sujetos de edad avanzada tienden a tener menores niveles de Zn en plasma que los adultos jóvenes. El análisis de los resultados de la vigilancia de HANES-II demostró que los niveles de Zn en suero de los individuos de 65 a 74 años de edad eran menores que los de los adultos jóvenes y la diferencia era más obvia entre los hombres que entre las mujeres. En general, la concentración media de Zn en muestras de cabello de sujetos de edad avanzada es menor que en las muestras de cabello de adultos más jóvenes y adolescentes.
            También hay algunos problemas notificados comúnmente por la población de edad avanzada asociados con un estado de deficiencia de Zn, tales como una ralentización de la curación de heridas, anorexia, dermatitis, reducción del sabor y alteración de la función inmune. Los ensayos doble ciego o simple ciego de suplemento con Zn no pudieron mejorar estas funciones. Además, se necesitan evaluar las dosis fisiológicas y farmacológicas. Si la absorción de Zn está comprometida en la población de edad avanzada, puede ser beneficiosa la administración de un mayor suplemento de Zn junto con un ligando de unión a Zn, tal como histidina.