18 Dec Acné juvenil
El acné polimorfo juvenil surge en una etapa de la vida en la que la relación con los demás es fundamental. Por ello y debido a su aspecto inestético aflige y es causa, a veces, de trastornos afectivos.
En la actualidad la relación social es muy competitiva y el éxito o el fracaso se cifran en una buena parte el aspecto externo, no sólo en el campo sentimental, sino también en el profesional. Esto hace que sobre todo las chicas jóvenes comiencen a edades muy tempranas a utilizar todo tipo de cosméticos, circunstancia que en ocasiones viene a complicar un acné juvenil incipiente.
El acné juvenil aparece en un terreno seborreico, constitucional y heredo familiar, donde existe una hipertrofia e hiperfunción de las glándulas sebáceas, aumento de lípidos, proliferación de gérmenes que producen una serie de lesiones: son los comedones abiertos, también conocidos como “barrillos” o “puntos negros”, y los comedones cerrados de más difícil solución. Si la lesión profundiza debido a infección secundaria pueden surgir lesiones más profundas que dejan cicatrices a veces importantes.
El acné leve puede controlarse sólo con tratamiento tópico y limpieza complementaria de la piel seborréica, aplicando ciertas sustancias que eliminen los restos de lesiones secas, costras, … etc. Se aconsejan principios activos clásicos (Azufre, Zinc, Potasio) utilizados en fórmulas magistrales consagradas por la práctica médica y que gracias a la moderna galénica constituyen el remedio ideal para pieles sensibles o que han abusado del empleo indiscriminado de otro tipo de productos.
En el acné polimorfo juvenil a veces predominan las lesiones inflamadas e infectadas, responsables habitualmente de secuelas cicatriciales. Para prevenirlas puede ser beneficioso el empleo de antisépticos y antimicrobianos de eficacia comprobada como la clorhexidina y sus sales. Esta sustancia es ideal dada su elevada solubilidad en agua y su compatibilidad con otros principios activos y agentes tensioactivos.
Asimismo también resulta adecuado el empleo de otras sustancias que pueden complementar la acción de la clorhexidina. Entre estas sustancias destacan:
El extracto de Caléndula, de acción antiinflamatoria y antiséptica, complementa la actividad tópica y resolutiva de la clorhexidina en las lesiones acnéicas.
La Glicerina posee acción emoliente, hidratante y evita la proliferación microbiana, facilita la conservación y absorción de los principios activos, por lo que constituye un vehículo idóneo para la formulación tópica.