29 Nov LAS GLÁNDULAS SEBÁCEAS
Las glándulas sebáceas se encuentran distribuidas por toda la piel con excepción de la zona palmoplantar. Vierten generalmente sus secreciones en el canal piloso, constituyendo la unidad pilosebácea, aunque existen zonas como los labios, boca y pezones en las que las glándulas sebáceas no están asociadas con el pelo. Las regiones donde existe un mayor número de glándulas sebáceas son la nariz, el mentón, la región medio facial, la región medio torácica y el cuero cabelludo.
Cada glándula sebácea es una estructura lobulada situada en el ángulo formado entre el tallo piloso y el músculo erector del pelo que, por otra parte, se considera que, al contraerse, se cree que ayuda a la liberación de su secreción. En la periferia de cada lóbulo glandular existe una capa de células cuboidales similares a las que forman el estrato germinativo o basal de la epidermis. Hacia la parte central del lóbulo, las células se hacen más anchas y contienen gran cantidad de lípidos. Finalmente, las células se rompen y descargan su contenido de sebo dentro del conducto sebáceo.
La actividad glandular es baja hasta el inicio de la pubertad en donde, debido a los andrógenos testiculares en el hombre y a los suprarrenales en la mujer, se eleva la actividad enormemente. Uno de los esteroides de la corteza adrenal puede ser transformado en la piel a testosterona por la acción de deshidrogenasas específicas, por lo que las glándulas sebáceas se consideran como órganos de gran interés en el metabolismo de los esteroides.
A veces, fragmentos de folículos pilosos quedan aislados en la dermis y dan lugar a los llamados quistes sebáceos. Los comedones son masas de lípidos blandos amarillentos que bloquean los conductos excretores por una capa de residuos más o menos oscuros.
Una manifestación de los efectos hormonales en las glándulas sebáceas es el desarrollo del acné en la pubertad. El acné, que suele asentar en cara, cuello y tórax, es un trastorno crónico e inflamatorio de las glándulas sebáceas caracterizado por la presencia de comedones y pústulas.
GLÁNDULAS SUDORÍPARAS
Las glándulas sudoríparas son muy numerosas en la piel del hombre y debido a diferencias de estructura y función se dividen en dos grupos:
Apocrinas – Ecrinas
Las glándulas apocrinas producen una secreción turbia, lechosa, que es, a veces, de un color amarillento. Si se deja secar, forma una especie de capa plástica alrededor del folículo piloso al que vierte su contenido. Las glándulas apocrinas comienzan a secretar en la pubertad, a diferencia de las glándulas sudoríparas ecrinas que lo hacen desde el nacimiento.
Se admite que las glándulas apocrinas son las responsables del olor característico del cuerpo, pero se ha demostrado que este olor es debido a cambios secundarios de las secreciones producidos por bacterias. Su secreción es evocada por estímulos adrenérgicos como el miedo y el dolor o la inyección local de adrenalina. Por el contrario, el calor, la acetilcolina y la pilocarpina, que producen una intensa sudoración en las glándulas sudoríparas ecrinas, no tienen ningún efecto sobre las glándulas apocrinas.
Las glándulas sudoríparas ecrinas se encuentran distribuidas por toda la superficie corporal calculándose su número total entre dos y cinco millones. Son más numerosas en el área palmoplantar, la cabeza, tronco y extremidades. Existen diferencias raciales en cuanto a la distribución de glándulas sudoríparas ecrinas, y así los japoneses, tienen una mayor concentración de glándulas ecrina en las extremidades que en el tronco.
Una glándula sudorípara ecrina es una glándula tubulosa simple que se extiende desde la epidermis hasta la parte superior de la dermis. Es retorcida en forma de espiral en la epidermis, recta en la parte superior de la dermis y espiralada en la parte profunda de la dermis. Esta parte espiralada, profunda es la parte secretora y está formada por una sola capa de células de dos tipos: Un tipo de células grandes, claras, con núcleo situado en la base de la célula con un citoplasma acidófilo rico en glucógeno y un segundo tipo de células pequeñas, oscuras, con citoplasma lleno de gránulos basófilos que contienen mucopolisacáridos y abundante RNA. A lo largo de la base de estas células secretoras existen células mioepiteliales cuya contracción produce la expulsión del sudor. El conducto secretor de las glándulas sudoríparas ecrinas está formado por una doble capa de células cuboidales que se abren en la epidermis después de realizar un trayecto sinuoso y algo espiralado.
Las glándulas sudoríparas ecrinas están ricamente irrigadas por vasos sanguíneos que forman una red alrededor de la parte secretora.