19 Nov
Nuevos alimentos para un nuevo estilo de vida — ¿Dónde obtenemos las vitaminas y los minerales?
Esta aumentando de forma considerable el consumo de complementos alimenticios y alimentos enriquecidos, productos que ocupan cada vez más espacio en las estanterías de herbolarios, farmacias y supermercados. Pero, ¿qué son exactamente y para qué sirven?
Los complementos alimenticios
A medida que nuestro estilo de vida se hace más ajetreado, se dedica menos tiempo a planificar las comidas y aumentan el uso y la demanda de complementos alimenticios. Los complementos alimenticios son fuentes concentradas de nutrientes u otras sustancias con efectos nutritivos o fisio-lógicos. Se consumen para complementar los nutrientes que se obtienen a través de la dieta. Se comercializan en formatos prácticos tales como comprimidos, cápsulas o líquidos presentados en dosis.
Uno de los objetivos principales de la legislación de la UE sobre complementos alimenticios es crear un mercado único europeo para estos productos. Esto implica que los fabricantes compitan en igualdad de condiciones y garantiza que los consumidores puedan obtener productos comparables en cualquier lugar de Europa. Disponer de productos comparables pasa también por un etiquetado comparable. La legislación europea obliga a todos los fabricantes a indicar en la etiqueta que un producto es un “complemento alimenticio”, señalar qué tipos de nutrientes contiene (como vitaminas, minerales, etc.), cuál es la dosis diaria recomendada y advertir de no sobrepasar dicha dosis. Los envases no deben indicar que los complementos alimenticios pueden sustituir a una dieta saludable y equilibrada, ni alegar que pueden servir como tratamiento o cura de enfermedades. Las etiquetas deben precisar claramente que estos productos deben mantenerse fuera del alcance de los niños.
Los alimentos enriquecidos son alimentos a los que se han añadido nutrientes adicionales. Se recurre a este procedimiento por varias razones: para reemplazar los nutrientes que se pierden durante los procesos de fabricación, procesado y almacenamiento; para dar a los sucedáneos un valor nutritivo similar a los alimentos que reemplazan (por ejemplo, añadir a la margarina vitaminas que están presentes en la mantequilla), o para enriquecer alimentos que pueden contener o no ciertos nutrientes.
La legislación de la UE define los productos medicinales como sustancias para el tratamiento o la prevención de enfermedades humanas. Las medi-cinas son sustancias sujetas a una regulación estricta y que, a menudo, sólo pueden obtenerse con receta médica. Sin embargo, en las etiquetas de los alimentos enriquecidos y los complementos alimenticios no puede indicarse que sirven para tratar o curar enfermedades.
Los complementos alimenticios y los alimentos enriquecidos constituyen un modo de compensar el consumo insuficiente de ciertos nutrientes debido a una serie de factores de carácter dietético, social, cultural y estético. En opinión de David Byrne, Comisario Europeo de Sanidad y Protección de los Consumidores, “Es preciso aclarar que, para lograr un crecimiento y una vida saludables, la mejor solución sigue residiendo en una dieta equilibrada. Los complementos alimenticios sirven, principalmente, para compensar el consumo inadecuado de nutrientes esenciales por parte de determinadas personas o grupos de población específicos o, en otros casos, para incrementar el consumo de dichos nutrientes. Las etiquetas de estos productos deben informar de forma adecuada y clara a los consumidores sobre cómo y en qué casos utilizarlos.”